En el escrito pasado, hice una reseña sobre la comunidad de Samaria en el distrito de San Miguelito. Escribí que seguía siendo una comunidad pobre, a pesar de la cantidad de dinero que se destina para el distrito, tomando en cuenta que vive mucha gente.
De hecho, ese distrito creció en corregimientos de un tiempo para acá. Al igual que las ruinas del proyecto de ampliación de aceras en la calle principal de Paraíso hasta Villa Guadalupe. Y las llamo ruinas, porque ahí hay un trabajo inconcluso y que de partida fue runcho. Samaria, lo conozco bien.
Cuando mi familia se mudó para Cerro Batea en 1976, Samaria era una ruta de acortamiento de distancia para llegar a la piquera de buses de Veranillo. En Don Bosco de Samaria, tomaba la chivita respectiva para llegar a Veranillo. Eran esas de Bosco o las de Sinaí de Samaria, pero esta última parte nos quedaba lejos. Los que viven ahí, han levantado como pudieron sus casas.
Pasas y ves estacionamientos improvisados, amén de que en algunas calles de doble vía se vuelven de una sola vía cuando los residentes que tienen carros están en el lugar.
En la salida de Samaria a Veranillo, te encuentras con una piquera de chivas improvisada, una línea de vendedores de pescados y tienditas que se pierden en el espacio secuestrado por los taxistas. Aplaudo el esfuerzo de la gente por no querer depender de nadie.
¿Por qué no tienen un mercado digno?
Calles angostas, que ahora sería imposible ampliarlas sin que haya gente afectada.
Aquí utilizo la palabra gueto, simplemente para reseñar a una comunidad marginada. Cuando se hizo Villa Lucre y otras barriadas aledañas, estas levantaron sus muros para dividir esa parte de San Miguelito.
Han hablado de un metro cable
Pero nuestra cultura del mantenimiento en infraestructura es tan pobre. Esos sueños, que otros nos quieren meter en la cabeza, con obras colosales, son solo cultivo para la trampa, la tracalería y la corrupción que ni Serpico aguantaría.
Conozco gente luchadora en Samaria. Que han sacado a sus hijos del círculo vicioso de la pobreza. Ahí está Rey con su negocio de pescado. Ahí estuvo Tranquilino con su venta de pollos asados, etc.
Simplemente que la gente que vive ahí, no se merecen esa mala ayuda social, tiene que ser una ayuda social real e integral. Tiene que ser real para que sea efectiva. Tiene que ser real para esparcimiento de la niñez y la juventud. Y tiene que ser real para que de verdad sea una ayuda social y no clientelista.
Ya alguien habló de las piscinas marginales
Ya hicieron elitista los auxilios económicos… ¿Qué más tenemos que esperar? Esos artilugios solo reflejan el cambio de espejos por nuestra dignidad como ser humano.
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté malo.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.