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El panameño pregunta: ¿Dónde están los beneficios del presupuesto millonario?

En Panamá, los ciudadanos se cuestionan si las promesas y presupuestos millonarios de las administraciones realmente impactan sus vidas. Mientras algunos disfrutan de lujos, otros panameños que han trabajado duro y sin ayudas se preguntan qué les toca. El debate sobre subsidios y reformas sigue generando desconfianza en la población.

Basilio Fernandez

Por Basilio Fernández

El escritor Basilio Fernández presentó el viernes su primera obra literaria. (Gabriel Rodríguez)

¿Qué hay para nosotros?

Los panameños, hemos visto administraciones con presupuestos superiores a los20 mil millones de dólares. De esos recursos, el país es testigo que las medidas, se suponen de impacto, no le han llegado a los ciudadanos. Un grupo de políticos, empresarios y manzanillos, han estado permanentemente aprovechando esos recursos, como si esos dineros fueran inversiones suyas, y cada cierto tiempo, cobran intereses. No puedo levantar la mano, y decir que estoy en contra de los subsidios. Y no puedo,  porque conozco a gente que esa ayuda les resuelve. El tema de los subsidios es complejo, porque lo han dejado en la complejidad de la mezquindad política gatopardista. 

Pero veamos otra cara de la moneda. La moneda del pueblo panameño tiene más de dos caras. Aquellos ciudadanos, no ricos, que por fortuna del destino pudieron estudiar, alcanzar buenos salarios, tener una buena casa. Aquellos que no usan el sistema escolar oficial. Que no usan los servicios de salud estatales. Y que lo que tienen, lo tienen sin palancas, sin auxilios, y solo a base de su esfuerzo. Y si le agregamos el componente que algunos han trabajado  y cotizado más de 40 años ¿Qué hay para esa gente? ¿Deben conformarse con cumplir con su parte de solidaridad? ¿Mueven o no mueven la economía de consumo? 

Hoy, debatimos sobre una serie de reformas. En pagar deudas. En lamentarnos de las mismas cosas cada vez que hay un cambio de gobierno. ¿Qué hemos ganado los panameños por eso? Todos llegan con discursos bonitos. Diciendo ahora que no pueden cambiar lo que en campaña decían que iban a cambiar. Ahora, son los más legalistas. Haciendo consultas jurídicas aquí y allá. Al final quedan envueltos en el círculo mafioso y se mezclan en fiestas y encuentros. En esas donde no se acuerdan que andan descalzos allá en la loma y tomaban vino de palma y chicha de maíz fermentado. Ahora toman whisky caro. Ya no se acuerda cuando comían el arroz de cabeza de puerco hecho en el fogón con tres piedras. Ahora se van a un hotel y disfrutan de generosos buffets. No se trata dereclamarle al que tiene. Se trata de no sangrar siempre a los mismos, so pretexto de jugar con la tragedia de los pobres. 

La jugada millonaria secreta de Fábrega: Millones bajo la mesa en plena pandemiaOpens in new window ]

¿Qué hay para nosotros? Si una próspera política pidió para ella. Todos tenemos derecho a pedir. En el buen sentido de la palabra. Abrazos y bendiciones para todos.

Consideraciones del autor 

Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a lo que esté mal. 

Agradezco  a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.

Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito…y gratis.