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Esperanzados que el mañana no sea de solo promesas incumplidas

Tengo la esperanza de que algunas cosas se hagan de la mejor manera. No solo al presidente electo, sino a todos los elegidos. Gracias a Dios, todo queda grabado y tenemos que empezar a recordar los que nos prometieron en campaña.

Basilio Fernandez

Por Basilio Fernández

El escritor Basilio Fernández presentó el viernes su primera obra literaria. (Gabriel Rodríguez)

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Independientemente de cómo van las cosas en la conformación de la Asamblea, la historia dice que pueden pasar muchas cosas en el cuartito que construyó José Miguel. Muchos de los que vuelven, son expertos en triquiñuelas y en acciones gatopardistas. Los que tenemos que salir a trabajar “dignamente”, tenemos que seguir haciéndolo, hasta que haya una verdadera acción que demuestre lo contrario. Bueno, legisle quien legisle, tenemos que seguir trabajando. La cosa es, si lo hacemos con tranquilidad.

Tengo la esperanza de que algunas cosas se hagan de la mejor manera. No solo al presidente electo, sino a todos los elegidos. Gracias a Dios, todo queda grabado y tenemos que empezar a recordar los que nos prometieron en campaña. A estos, que su partido no ganó la presidencia, pero que tienen presencia en corregimientos, distritos, circuitos, etc, también hay que recordarles sus promesas. Yo personalmente, voy a estar contando los días para que se inicie la construcción de la Ciudad universitaria. Eso lo prometió Mulino y su combo. El señor presidente electo, también dijo que no es títere de nadie. Ver para creer. Solo le recuerdo que usted no era un hombre de renuencias, pero que renunció irrevocablemente y al final no renunció nunca…¿Cómo se come eso?

Las redes sociales, no recogen basura, no construyen escuelas, no arreglan déficit actuariales. Esas cosas se prueban en el ruedo de la vida del pobre. Veremos si las apuesta voluntad de aquellos, que creen que la vida real se arregla con malcriadeces de niño rico, o si se afincan las raíces de una mala semilla. Peor, siesa semilla viene de palo podrido. Veremos pues. Salen a hablar babosadas, arropados bajo la sombra de un perdido político, pero encadenados a sus raíces corruptas. Como diría Mariano Cívico en su canción… “cualquiera menos tú”.

De perros fieles, abogados de narcos. De feudos perdidos a corruptos renacidos. De pase de facturas a equivocaciones del pueblo. Algunos que perdieron se van con la satisfacción de amasar fortunas. Desde poncheras en yates, hasta durmiendo con el enemigo. De embutidos en disfraces del Capitán América hasta bailes sensuales. ¿País portátil? Para algunos no importa si las instituciones funcionan o no. Después que su caja registradora suene, los demás que se vayan al caño.

El otro se va, dejándonos una deuda jamás imaginada. Solo hizo gastar y gastar. No se le oyó ni un suspiro antes la corrupción. Y voy a escribir esto, so pena de que mis amigos me den pelonera. Lo de la corrupción no me extraña. Están acostumbrados a esto, ellos y muchos de los que nos han gobernado. Lo que no tiene perdón es no haber puesto a brillar a la estrella…La Educación. Por esta vez, lo dejo ahí.

Consideraciones del autor

Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a lo que esté mal.

Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.

Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito…y gratis.