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Los gritos de los niños y niñas que sufren en silencio

Situación en las áreas de Kusapín y Kankintú

Lucy Córdoba

Por Lucy Córdoba

Lucy Córdoba a Mi Diario Panamá.

Hoy es jueves, siete de julio. Son las 17:24 horas, cinco días después del macabro hallazgo de cuatro osamentas de cuatro niños, tres niñas y un niño; Lourdes Morris Ábrego, de 7 años; Maryuri Morris Ábrego, de 5 años; Jennifer Morris Ábrego, de 4 años; y Adrián Morris, de 8 años; y escribo sus nombres, porque el país debe conocerlos y que no se nos olvide.

Sólo se salvó una infante con la que su madre, Benita Ábrego, de 29, pudo escapar, luego de ser advertida por Adrián Morris, de 8 años (su hijo mayor). Él le advirtió a su madre que su padre la llamaba, pero que estaba afilando un machete para matarla.

Desde entonces decidí investigar más allá de los hechos de los que me comentaron mis hermanos de las comunidades. Confieso que cuando me dieron la noticia el día sábado en horas de la tarde, no asimilaba cómo un padre podía asesinar a sus cuatro hijos.

Cuando recibí la llamada uno de mis sobrinos que vive en estas comunidades lloraba. Yo repetía ¿cuatro osamentas de niños? No lo asimilaba, llegas a un momento de tu vida que dices “ya basta”.

Llevo días con la necesidad hacer mi proyecto final, pero no sabía por dónde iniciar ya que me encontré con una telaraña de flagelos invisibilizados y solo impulsada con la contabilización de muchos niños, niñas y adolescentes que han perdido la vida, sin contar la cantidad de niños y niñas víctimas de abusos y violaciones sexuales, en los últimos años por distintas violencias en todas sus formas.

Distrito de Kusapín, Comarca Ngäbe Buglé: El distrito de Kusapín fue fundado el 7 de marzo de 1997, con una densidad de 12,01 habitantes por KM2. Según el censo del 2010 tiene 33121 habitantes, tiene cinco corregimientos:

  • Kusapin
  • Bahía Azul
  • Cañaveral
  • Rio Chiriquí
  • Tobobe

Dentro de sus costumbres o folclore tienen la ‘ceremonia de toma de chocolates’ para ahuyentar los malos espíritus y que consiste en tomar chocolate durante los cuatro días consecutivos, mientras se quema un nido de comején para alejar ELCHACO (espíritu maligno).

Otra tradición es donde se encierran por cinco días a las jovencitas cuando llegan a la pubertad.

Durante esos días se les enseña a confeccionar chácaras y a mantener su higiene durante este periodo.

También se les corta el cabello”. (Wikipedia)

Antes de seguir, quiero aclarar que de acuerdo con lo reflejado en Wikipedia, este folclore representa una violencia cultural hacia las niñas en su etapa de desarrollo invisibilizada, ya que al cortarles el cabello es una señal para que los hombres detecten que están listas para, según ellos, un cortejo. En pleno siglo XXI estas creencias explican el aumento de violencias de abusos y violaciones sexuales en estos sectores, ya que el incesto y violaciones sexuales están naturalizados.

Iniciamos con el hecho en donde se hizo el hallazgo de cuatro osamentas de niños, pero esta no es la primera vez que nos estremecen noticias en donde niños y mujeres son víctimas. En este escrito partiremos en un enfoque en derechos humanos y el riesgo de que estas áreas se conviertan en tierra fértil para crímenes contra la infancia y las mujeres.

Hacemos un resumen de situaciones de las que como activista de derechos humanos nos hemos enterado. Soy consciente que pueden existir otras tragedias de las que aún no nos hemos dado cuenta o quizá nunca nos enteraremos.

HECHOS LAMENTABLES EN ÁREAS VULNERABLES…

Hemos tratado de hacer un recuento de algunos de los hechos en donde las víctimas son niños y mujeres. En este recuento no hemos contemplado los delitos de abusos y violaciones sexuales a niños y niñas, pero sí es suficiente información para contemplar que a partir de este año 2023 los crímenes contra los niños y las mujeres está en aumento, siendo así que hace tres meses tuvimos la tragedia en donde niños y dos mujeres llegaron graves al hospital de Chiriquí Grande luego trasladados al hospital Raúl Dávila de Changuinola, quemados y torturados por una presunta secta en Kusapín.

Tres meses después, cuatro niños son asesinados por su padre, es urgente hacer un alto, Panamá cuenta con la ley 285 y con Convenios Internacionales los cuales nos vemos comprometidos con su aplicación y cumplimiento.

A continuación los convenios refrendados por Panamá y leyes que protegen a los niños y niñas:

  • Instrumentos de derechos a la Niñez
  • La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
  • Convención Americana sobre Derechos Humanos
  • El protocolo de San Salvador
  • Convención Belem do Pará
  • Convención Interamericana sobre desaparición forzada de personas
  • Convención de los Derechos del niño

De acuerdo a la declaración de Buenos Aires sobre Violencia contra niños, niñas y adolescentes realizado el 1 de junio de 2005 en una consulta por los Ministros, Ministras y Altas Autoridades Nacionales e Internacionales en Materia de Derechos Humanos reunidos en Buenos Aires, con ocasión de la Consulta para América Latina, efectuada en el marco del Estudio del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños, Niñas y los Adolescentes, teniendo en cuenta la Convención sobre los Derechos del Niño y los demás instrumentos internacionales sobre la materia, formularon la siguiente declaración: (anexamos los dos primeros puntos) (UNICEF, CHILD RIGHTS INTERNATIONAL NETWORK, 2005)

1. América Latina es una de las regiones más violentas del mundo y las personas menores de edad y las mujeres son las principales víctimas. Millones de niños y niñas en nuestro continente viven bajo temor de ser víctimas de violencia en la casa, en la escuela y en la calle.

La violencia física y psicológica que sufren los niños y niñas incluye las ejecuciones extrajudiciales, las torturas, los tratos o penas inhumanos o degradantes, los castigos físicos aún en el seno familiar, el abuso sexual, la explotación sexual, la trata y el tráfico de personas.

2. Existe una preocupante tolerancia social a la violencia contra la niñez, agravada a menudo por el manejo inadecuado del problema, tanto por parte de los medios de comunicación como por actores políticos. En la práctica ello se traduce en la impunidad de los agresores, en el silencio ante el abuso sexual, en la aceptación tácita de las condiciones inhumanas y degradantes que padecen miles de niños, niñas y adolescentes privados de libertad; en las reiteradas propuestas de rebajar la edad de imputabilidad penal o en el establecimiento de penas de cadena perpetua o penas de muerte para delitos cometidos por personas menores de 18 años.

En estas primeras líneas buscamos hacer un compendio de la situación de la niñez en Panamá no sin antes mencionar que para el 2018 Panamá tenía 453,837 niños y niñas con pobreza multidimensional, tomando como base la Comarca indígena Ngabe Bugle con 112,857 niños y niñas, de estos el 95.4 viven en pobreza multidimensional (UNICEF, UNICEF, 2019).

La muerte de estos niños y niñas y de las mujeres violentadas y asesinadas, nos grita un despertar, un llamado a la acción, a una transformación de pensamiento que obligue a los actores judiciales actuar de manera rápida y eficaz y basamos nuestro comentario tomando el caso del 1 de julio del 2023 ya que la madre de los cuatro niños antes de realizarse el crimen de violencia vicaria, posiblemente dos semanas antes de los hechos, ella y un familiar habían colocado la denuncia de maltrato ante el personero y un familiar a pesar del alto costo del pasaje viajó hasta la Isla Colon en Bocas del Toro para colocar la denuncia, sin embargo la Fiscal encargada de los casos Comarcales no hizo la noticia criminal (no admitió la denuncia).

El deber de una autoridad es proteger a las víctimas, sin embargo aquí no se protegió a la mujer, tampoco a los niños y niñas. Quiere decir que los cambios no sólo son en el triángulo de las violencias, sino también en los actores judiciales los cuales tienen el deber de admitir las denuncias y realizar las investigaciones debidas.

Antes de seguir sin querer desviarme del tema de las violencias, quiero hablar brevemente de las violencias visibles e invisibles. En el triángulo de las violencias existen violencias que no vemos la “violencia estructural y la violencia cultural”. Solo vemos la violencia directa, lamentablemente la violencia directa es en donde ya se ejerce el daño físico, tal como el maltrato, las violaciones y por último, los asesinatos. En pocas palabras nos dimos cuenta de la situación de estos cuatro niños demasiado tarde, ya cuando habían sido asesinados y “esto es lo que urge evitar”, urge prevenir y no esperar que los delitos se perciban.

Por otro lado, la no tolerancia de estos hechos, no ver normal lo que no lo es. Queda claro que la noticia de los cuatro niños asesinados cuyas osamentas fueron encontradas el 1 de julio de 2023 pasará hacer una noticia del pasado y luego viene otra igual o quizá más desastrosa y poco a poco la población panameña se acostumbra a estos hechos.

Hemos creado un plan de acción para una efectiva intervención y no hablamos de presupuesto, hablamos de la voluntad, la participación de todos los actores interinstitucionales y sociedad civil, hacer un programa con objetivos alcanzables y metas que tengan fechas para presentar resultados.

La creación de leyes y la firma de convenios han demostrado que no han sido más que un bálsamo para decir que estamos haciendo algo, sin embargo ante las crecientes tragedias en base a un cuadro realizado que quizá no incluya todos los casos, pero sí indica que en el sector de Kusapín y Kankintú, en las costas del caribe, al otro lado de la comarca, no están recibiendo la atención debida por parte de las autoridades comarcales.

Cabe destacar que no solo nos enfocamos y aclaramos que la falta de líneas telefónicas o el estado socioeconómico son pretexto para sustentar que son factores que provocan comunidades violentas, las personas son violentas y no existe remordimiento alguno por actuar deliberadamente contra la vida de un niño o una mujer, estamos frente a una cultura machista con lideres machistas que omiten hablar del problema.

Otro factor es el poco interés de verlo desde un enfoque en derechos humanos, se han enfocado por décadas a exigir derechos olvidándose estos pueblos que tienen deberes para con ellos mismos y los suyos. Las comarcas no son ajenas a las leyes de nuestro País, ni al código de la familia y al código penal, también el desconocimiento de la ley no los exime de culpa.

En este escrito me enfoco en lo que los adultos de estos sectores lejanos deben tener presente que deben respetar la vida de niños, niñas y mujeres, dejemos de excusarlos de lo que necesitan en temas de desarrollo, porque el ser pobre no te debe limitar a dar amor y respeto.

Para finalizar podemos ver que, en el caso de la madre de los cuatro niños, esta mujer como la mayoría de las mujeres de la Comarca, sus maridos les prohíben usar anticonceptivos.

Otro punto es que ellas, al querer planificar un viaje a un centro de salud le queda distante, siendo este también un tipo de violencia hacia las mujeres originarias.

Para concluir hago un llamado a un plan de acción y difusión a estas áreas, de lo contrario estaremos con nuestro silencio e inacción permitiendo que más niños y mujeres mueran y sean violentados en todas sus formas.

Gracias por tomar su tiempo y leer este escrito cuyo principal objetivo es dar luces de lo que está pasando, que no existan más muertes de niños y que estas áreas de las costas del caribe, Kusapín, Chiriquí Grande, Kankintú y áreas aledañas, estén bajo la lupa y descartar que estén influenciadas por el alcohol, las drogas y sectas con prácticas oscuras.

Recomendaciones

  • Potencializar nuestras Instituciones
  • Crear hojas de rutas que garanticen la vida y la protección de niños y niñas, con fecha determinada de culminación del proyecto y que sea una autoridad competente que realice las evaluaciones y gestiones, ya que lo que no se mide no es posible conocer si los resultados fueron efectivos o no.
  • Crear lideres Comunitarios que promuevan los Derechos de los Niños y Niñas.
  • Plan de acción y difusión a estas áreas Comarcales y vulnerables, de lo contrario estaremos con nuestro silencio e inacción permitiendo que más niños y niñas mueran y sean violentados en todas sus formas.
  • Sistema de justicia equitativo con un enfoque en derechos que respete los principios inquebrantables como el “interés superior del niño”
  • Orientar y sensibilizar a la ciudadanía
  • Combatir la corrupción y el clientelismo que desvían fondos que deben ser invertidos en la niñez.

POR LUCY CÓRDOBA

MOVIMIENTO CAMINANDO POR LA INFANCIA