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¿Por qué esta noche es diferente a todas las demás?

Todo judío atesora entre sus memorias de infancia, la imagen de la familia reunida alrededor de la mesa para celebrar el Seder. Y ese mismo ritual, cargado de alimentos simbólicos, lecturas y canciones, se repite año tras año.

Rabino Kraselnik

Por Rabino Gustavo Kraselnik

Foto: Gabriel Rodríguez

Esta es la pregunta clave durante la celebración del Séder de Pesaj, la cena ceremonial que se realiza las primeras dos noches de la Pascua judía (este año el lunes 22 y martes 23 de abril). Cantada en hebreo por los más pequeños (Ma Nishtaná Halaila Haze), resume la esencia de la celebración. En palabras de la Torá: “Y le contarás a tu hijo en aquel día” (EX. 13:8)

Y la respuesta llega también cantada por todos los presentes. 4 diferencias puntuales marcan esta noche del Seder. Comemos Matzá, el pan Ácimo, comemos hierbas amargas, aderezamos dos veces las verduras y comemos reclinados.

Todo judío atesora entre sus memorias de infancia, la imagen de la familia reunida alrededor de la mesa para celebrar el Seder. Y ese mismo ritual, cargado de alimentos simbólicos, lecturas y canciones, se repite año tras año. Volvemos a sen􀆟r la presencia de Dios librándonos de la esclavitud. No solo recordamos el pasado, también debemos romper las cadenas que nos atan a nuestros propios Egiptos y anhelar la redención futura, la llegada de la época mesiánica.

¿Por qué esta noche es diferente a todas las demás?

La misma pregunta adquiere este año una nueva dimensión. Este Pesaj es diferente a los demás, pues al clima de celebración que acompaña la fiesta lo combinamos con la profunda angus􀆟a y tristeza que nos causa el recordar que los 133 cau􀆟vos siguen secuestrados en Gaza. (Al escribir esta nota van 198 días desde aquel fa􀆡dico 7 de octubre cuando el horror y la muerte provocados por los terroristas de Hamas sacudieron al Estado de Israel).

La frase bíblica “deja salir a mi pueblo” con la que Moisés emplazó al Faraón para lograr la liberación de nuestros antepasados, hoy cobra una inesperada vigencia. En estos días circulaba en las redes un conmovedor meme del gran líder cruzando el Mar Rojo, guiando al pueblo y llevando en sus brazos al pequeño Kfir Bibas (no había cumplido 9 meses cuando fue secuestrado).

Conmocionados por la situación, este año han surgido varias inicia􀆟vas para incorporar en la celebración del Séder como plegaria y reclamo por los cau􀆟vos, desde incluir una silla vacía en nuestras mesas por aquellos que aun no han regresado, hasta colocar un lazo amarillo (pe􀆟ción por la liberación de los raptados) alrededor de la copa de vino sobre la cual se recita la bendición. También se han propuesto diversas lecturas para dis􀆟ntos momentos del Séder que refuerzan nuestra esperanza por un futuro mejor.

Pesaj es la fiesta de la libertad. A lo largo de los siglos esta gesta ha inspirado un sin􀄰n de luchas por los derechos humanos y por mejores condiciones de vida. Hoy, para los judíos del mundo y para todas las personas de buena voluntad representa nuestro deseo de que los secuestrados puedan retornar sanos y salvos junto a sus seres queridos. Como decía un mensaje que recibí esta mañana: “Que Pesaj sea la fiesta de la libertad para todos.”