Curiosidades

Historia real. Jubilados que tienen que hacer magia e ingeniárselas para sobrevivir

La pensión que reciben por sus años de servicio hoy en día no les alcanza para nada.

Luisa González

Por Luisa González

Jubilados y pensionados. Viven el hoy con el salario de ayer.

Con el constante aumento de la canasta básica, son muchos los jubilados que tienen que hacer magia e ingeniárselas para sobrevivir, puesto que la pensión que reciben por sus años de servicio hoy en día no les alcanza para nada.

Dos veces al mes, los jubilados reciben sus pagos con los cuales deben cubrir sus gastos de alimentación, así como de los medicamentos que muchas veces están carísimos y que no los proporciona la Caja de Seguro Social (CSS).

Tanto la comida como las medicinas son primordiales en la vida de un adulto mayor, por lo que la gran mayoría de ellos necesita el apoyo de la familia para salir adelante en esta crisis económica que ha dejado la pandemia del coronavirus y ahora una guerra que apenas empieza y que ya ha disparado el costo del combustible, lo que desencadenará más aumentos sin control.

La siguiente es una de las tantas historias reales, pero con un nombre ficticio a petición de la entrevistada. La llamaremos ‘Aida’. Ella se jubiló en 1997, el último año de las jubilaciones especiales, tras laborar durante 25 años en los Correos y Telégrafos Nacionales de Panamá, con un salario de apenas B/. 285.00.

Para doña Aida la vida no ha sido nada fácil, pues con ese dinero tuvo que criar a tres hijos prácticamente sin el apoyo de sus padres. Tuvo que alimentarlos, educarlos y darles un techo donde vivir alquilados, pues la situación le impedía tener un hogar propio.

Dos décadas después, la propia señora se sorprende de todo lo que ha tenido que superar para salir adelante.

“De mis pagos de jubilación no me queda nada, porque no fue hasta cuando me jubilé que pude hacer un préstamo y comprar un terreno para poder hacer mi casa propia”, explicó doña Aida.

Añadió que durante este tiempo su salario de jubilada mejoró a B/.477.00 por los aumentos que ha recibido como parte de la lucha de los jubilados, pero igual la cosa no es fácil, pues sigue pagando ese préstamo. De una jubilación baja no es nada lo que queda en su cuenta, pero debe ingeniárselas para hacer supermercado, pagar los servicios, entre otros gastos que requiere para poder mantenerse.

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“Para ayudarme un poco hago tejidos personalizados a las toallas de baño o mano. Las personas me apoyan mucho cuando hacen un pedido”, indicó la señora Aida, quien está próxima a cumplir 71 años de edad.

OPORTUNIDAD PARA LOS JÓVENES

Aunque la señora Aida sabe que la cosa está dura, le envió un mensaje a todos esos jubilados que aún siguen trabajando en las entidades del Gobierno. “Yo me jubilé hace años y aunque me hacía falta el dinero me retiré, hay personas que son contemporáneos conmigo, se jubilaron y siguen trabajando. Por favor, denles la oportunidad a los jóvenes que también necesitan superarse o adquirir experiencia”, destacó.

La señora Aida dijo que ya los adultos mayores tienen “más pasado que futuro” y muchos cuentan con algo seguro, aun cuando sean tres “reales” y con hijos mayores.

“Mucha gente prepara a sus hijos para que trabajen, pero no hay oportunidades, pues las entidades están llenas de jubilados”, recalcó.

Datos

En diciembre del 2020 el presidente Laurentino Cortizo Cohen sancionó la Ley 192, la cual tiene como objetivo que los descuentos y concesiones que realizan los comercios, restaurantes, cines, y otros a los jubilados, pensionados y personas de la tercera edad en el territorio nacional serán deducibles 100 % como crédito fiscal al impuesto de la renta que deben pagar al Estado