Las reformas del Gobierno colombiano, la crisis política en Perú, la inseguridad ciudadana y hasta la separación de la cantante Shakira y el futbolista Gerard Piqué se colaron en el Festival de Letanías del Carnaval de Barranquilla.
Las letanías carnavaleras son una parodia de los cánticos religiosos que se manifiestan como una retahíla de irreverentes versos en los cuales no queda “títere con cabeza” cuando se trata de burlarse de la actualidad mundial o de los hechos ocurridos en cualquier calle de la ciudad.
Los integrantes de estos grupos, llamados letanieros, tienen la habilidad de componer cuartetos en los que combinan el primer verso con el tercero, y el segundo con el cuarto, que son respondidos en coro por otra estrofa de dos versos.
“En Perú el poder corrupto, al presidente saboteó, y el pueblo con gran disgusto, calle y plaza se tomó”, pregona en una letanía el líder del grupo Los Turpiales, que se refiere a la salida del poder de Pedro Castillo (2021-2022), mientras que el coro responde: “Trataron de hacer conejo (engañar), pero el pueblo no es pendejo”.
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CRÍTICA MORDAZ
Aunque en un principio las letanías no eran aceptadas en el Carnaval por ser consideradas “vulgares”, cada año se dan cita diferentes grupos que, con sarcasmo y gran sentido del humor, hacen una crítica mordaz de los dirigentes políticos y se burlan de la realidad.
El investigador cultural Álvaro Suescún, quien fue uno de los jurados del festival en el que participaron 26 colectivos, destacó “el nivel mostrado este año por los grupos, en los que además de los versos cargados de picardía y sarcasmo se destacó el vestuario y la coordinación en la presentación”.
“El amor de Shakira y Piqué se volvió puro recelo, parecen viejas de cabaré, jalándose por los pelos” declama la voz líder del grupo El cartel de los sapos refiriéndose a la separación de la pareja, para que el coro le responda “Piqué su lágrima saca, le hace falta el waka waka”.
Al abordar el tema de los aumentos de los atracos en la ciudad, este grupo declamó esta estrofa: “Se acabó hasta la decencia en Barranquilla mi ciudad, porque llegó la delincuencia y nos robó la tranquilidad” con el coro: “Lo decimos con la franca, que no podemos con la tranca”.
HISTORIA DE LAS LETANÍAS
Las letanías tuvieron su origen en 1930 en el popular barrio de Rebolo, cuando el grupo Las ánimas negras declamó en el Carnaval los primeros versos irreverentes contra los políticos de la época.
Con el tiempo, las letanías evolucionaron y en la actualidad se declaman de tres tipos: las de crítica, en las que se tratan temas de actualidad; las de doble sentido, en donde están presentes los juegos de palabras, y las rojas o picantes, donde sin tapujos predomina el lenguaje soez.
En el Carnaval de Barranquilla, que termina este martes con el entierro de Joselito Carnaval, para la competencia de letanías cada grupo tiene ocho minutos para recitar 40 estrofas, cada una con su respectiva respuesta coral.