Es una fruta muy poco conocida por muchos en el país; sin embargo, la pitahaya o fruta de dragón está tomando auge en Panamá.
Es un cactus nativo de América, es una planta perenne y generalmente requiere de un soporte, porque su morfología le impide sostenerse, por lo cual quien la produzca debe colocar una especie de barrera para que esta planta se sostenga.
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Actualmente se siembra para consumo local por su bajo volumen de producción.
Según informes de la Dirección Nacional de Agricultura del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), existen 17 productores de este rubro que cultivan unas 13 hectáreas de esta fruta, ubicadas en su mayoría en sectores de la provincia de Panamá Oeste, aunque también hay otro pequeño grupo de productores en la provincia de Coclé.
Su fruto
El fruto tiene características no espinosas, es oblongo ovalado, mide entre cuatro a 10 centímetros de largo, internamente es de color blanco, jugoso y dulce, con muchas semillas negras comestibles.
En cuanto a suelo, se recomiendan los suelos calcáreos y la cosecha se da 18 meses después de la siembra y comienza a producir en niveles óptimos a partir del tercer año, su reproducción es por pencas y por semillas. Florece y fructifica en agosto y septiembre.