Isabella Guzmán tenía 18 años en el año 2013 cuando fue acusada por la policía de asesinar brutalmente a su madre, Yun Hi Moy, en Aurora, Colorado (Estados Unidos). El incidente ocurrió en su hogar, donde el padrastro encontró a Isabella con un cuchillo junto al cuerpo de su madre, que había sido apuñalada 78 veces en la cara, el cuello y el torso. Isabella había huido del lugar, pero fue arrestada al día siguiente.
La madre y la hija habían tenido una disputa conyugal, e Isabella había enviado un correo electrónico amenazante a su madre. En 2014, los médicos diagnosticaron a Isabella con esquizofrenia y determinaron que había estado sufriendo delirios durante años, creyendo que estaba matando a una mujer llamada Cecellia para salvar al mundo. Se le ordenó permanecer en un hospital estatal hasta que ya no fuera una amenaza para sí misma o la comunidad.
En 2024, Isabella declaró que estaba “lista” para reincorporarse a la sociedad y confesó haber sido abusada sexualmente por un empleado del hospital. Un juez dictaminó que podía abandonar el hospital para asistir a terapias de grupo y otras terapias, con un rastreador GPS. Su historia ha vuelto a viralizarse recientemente luego que se diera a conocer en TikTok.