Curiosidades

Los gnäbes llevan su danza a las protestas

Siempre encuentran espacio para la felicidad

Dimitry Diaz

Por Dimitry Diaz

Ngäbes danzan el jegui en un momento de descanso en la mesa de diálogo en Penonomé, provincia de Coclé.

Los ngäbes y buglés, a pesar de estar en disturbios, siempre sacan espacio para la alegría.

Una persona saca su maraca y la empieza a sonar. No tiene que buscar compañía. Con el sonido, quienes quieren danzar, se unen a este baile que imita los movimientos de los animales y los fenómenos de la naturaleza.

Jegui, en ngäbere quiere decir danza y es una de las demostraciones culturales que nunca faltan en cada protesta, aunque normalmente se danza en las actividades festivas.

LEA TAMBIÉN: Arroz con tuna. El almuerzo dado a los del diálogo por parte de los ngäbes

El sonido de las maracas es tan llamativo que hasta los que no saben los pasos se unen. Y aprenden.

Hay risas por los errores que se cometen y contagia a los transeúntes.

Cuando llegan las unidades de control de multitudes y cuando empieza la represión, esta danza parece continuar con los movimientos de los danzantes para esquivar las latas de gases lacrimógenos y perdigones.

Los disparos reemplazan entonces a los sonidos de las maracas, que parecieran esconderse entre los “kra”, o bolsos de sus dueños junto con sus partituras de alegría.