Curiosidades

Pepenadores encuentran anillo que una mujer tiró en un descuido en Nueva York

La mujer llamó desesperada al Departamento de Saneamiento indicando que el objeto tiene un valor sentimental muy grande

La mujer residente de Staten Island, llamada Jackie, sonríe enseñando el anillo recuperado que había tirado a la basura sin querer, junto a dos trabajadores en un vertedero de Nueva York (EEUU). EFE/ Nyc Sanitation (EFE/ Nyc Sanitation)

Las autoridades de Nueva York felicitaron el pasado viernes 14 de octubre a los trabajadores de la basura por una particular misión de “rescate”, en la que ayudaron a una mujer a encontrar un anillo con valor sentimental que había tirado en un descuido.

“¡Los más fuertes de Nueva York, al rescate!”, dijo a través de su cuenta de Twitter el alcalde neoyorquino, Eric Adams, mostrando la foto de una sonriente mujer junto a dos trabajadores en un vertedero y enseñando ese anillo que finalmente no se sumó a todo un universo de desechos.

El Departamento de Saneamiento, del que depende la recogida de basura, explicó que tras recibir la llamada de la residente de Staten Island -uno de los condados de la Gran Manzana- se localizó el camión que había pasado por su casa y luego sus “expertos” siguieron todas las pistas que ella les dio.

Según dijo a los medios locales la mujer, llamada Jackie, se trataba de una de sus posesiones más preciadas: un anillo con forma de mariposa procedente de Aruba que le entregó un ser querido, y del que se deshizo sin darse cuenta porque lo había dejado dentro en un pañuelo arrugado.

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Tras avisar a las autoridades, el camión encargado de su zona fue desviado para que, junto a “un puñado de trabajadores”, todos pudieran buscar manualmente una bolsa negra que contenía una caja vacía de chocolatinas, dos pistas que fueron determinantes para el éxito de la misión.

Jackie, que envió un “tremendo agradecimiento de corazón” a los basureros, recordó el momento del reencuentro: “Cuando Pete (uno de los trabajadoreS) abrió la bolsa y dijo ‘lo encontré’ las lágrimas de felicidad me cayeron por la cara y le di el abrazo más grande del mundo”.