El tomate es un ingrediente culinario omnipresente y versátil que se ha ganado un lugar destacado en cocinas de todo el mundo. Desde platos caseros hasta restaurantes refinados, el tomate aporta sabor, textura y color a diversas recetas, como la pizza napolitana o el arroz a la cubana.
Además, ofrece una amplia gama de beneficios para la salud.
El consumo regular de tomates, rico en licopeno, se ha asociado con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluida la hipertensión. Estudios han demostrado que el consumo diario de tomate puede reducir el riesgo de hipertensión en un 36%.
El licopeno presente en el tomate ayuda a reducir el colesterol LDL, conocido como el “colesterol malo”, y a prevenir la oxidación de las grasas en el torrente sanguíneo, lo que puede ayudar a prevenir la formación de placas en las arterias. Un estudio reciente ha profundizado en la relación de esta verdura con el principal factor de riesgo cardiovascular: la hipertensión.
En concreto, la investigación, publicada en el European Journal of Preventive Cardiology, concluyó que el consumo diario, tanto del tomate como de productos cuya base es este alimento, reduce el riesgo de hipertensión en un 36%.
En cuanto a la digestión, la fibra presente en los tomates ayuda a controlar el apetito, promueve la salud digestiva y mantiene un equilibrio saludable de la microbiota intestinal. En la cocina, el tomate es un ingrediente todoterreno que se puede disfrutar de diversas formas: crudo en ensaladas, cocido en salsas, guisos y sopas, asado o seco para conservarlo, siendo esencial en la gastronomía mediterránea.
EXCELENTE FUENTE DE VITAMINA C
Los tomates, además, son una excelente fuente de beta-caroteno y vitamina C, ambos nutrientes que promueven la salud de la piel. La vitamina C es esencial para la producción de colágeno, una proteína que mantiene la piel firme y elástica. Además, los antioxidantes presentes en los tomates ayudan a proteger la piel del daño causado por los radicales libres, lo que puede prevenir el envejecimiento prematuro y mejorar el aspecto general de la piel.
Crema de tomate
INGREDIENTES
1.5 kg de tomates muy maduros
70 g de mayonesa
70 g de queso crema
70 g de salsa de tomate
2 cucharadas de azúcar morena
Sal
Aceite de albahaca:
100 g de aceite
10 hojas de albahaca
PREPARACIÓN
1. Cortar los tomates bien lavados, con piel y todo, en trozos irregulares y poner en el vaso de la batidora.
2. Añadir el azúcar, la mayonesa, la salsa de tomate, el queso crema y la sal, y licuar durante 5 minutos.
3. Agregar pimienta negra para realzar los sabores de la crema.
4. Aparte, en el vaso de la batidora de mano poner el aceite de oliva y las hojas de albahaca frescas. Poner sal y triturar. Luego colamos el aceite.
5. Servir la crema de tomate fría y decorar con el aceite y unas hojas de albahaca.