A pesar de acumular un centenar de partidos a sus espaldas y estar cerca de cumplir 34 años de edad, Armando Cooper se sigue considerando un jugador más y asegura que los llamados se ganan desde la buena condición física y el constante trabajo.
Cooper ha sido uno de los cuatro mundialistas que participó en el microciclo de esta semana, junto a Joseph Calderón, Ismael Díaz y Abdiel Arroyo. Y a poco menos de 24 horas por revelarse la lista, se ve muy probable un nuevo llamado del colonense.
“Yo por lo general siempre trato de estar bien, me cuido mucho. Ya después determinará mi forma de juego y lo demás, pero después que uno esté bien físicamente, el rendimiento se va dando solo”, expresó Cooper.
Armando es el primer crítico, confirma que siempre lo ha sido y hoy reflexiona a partir de la madurez.
“Cuando hago las cosas mal, trato de analizarme a mí mismo, invierto en mi, en cosas que me van a ayudar. Lastimosamente si hubiera aprendido lo que aprendí desde los 28, a los 20 hubiera sido otro Armando Cooper pero la infraestructura no nos da para eso”, comentó.
El centrocampista ya no es regular en los llamados a la selección, y hasta el momento esto no ha sido tema de conversación entre él y Thomas Christiansen.
“El profe no ha hablado conmigo sobre eso, pero siempre estoy a disposición. Queda trabajar, dar lo mejor de sí”, señaló.
Finalmente, Cooper indicó que lo más importante en el equipo nacional es la presión tras pérdida.
“Eso te da la chance de tener el aire para tener la pelota, atacar y desenvolverte mejor. Eso va a ser siempre importante, y mientras lo tengamos y lo consigamos se va a ver esa Panamá de septiembre”, opinó.
Y en relación a la complejidad del choque en el estadio Cuscatlán contra El Salvador, catalogó este duelo como finales desde lo que sucedió en junio 2008.
“Son partidos complicados, pensar que vamos a sacar los tres puntos es no analizar también al rival y los partidos que han habido anteriormente. No quiere decir que no vayamos a ganar pero no va a ser fácil”, concluyó.