Cecilio Waterman, nacido el 13 de abril de 1991, es una figura emblemática del fútbol panameño, cuya carrera es un testimonio de tenacidad y superación. Desde sus primeros pasos hasta convertirse en un ícono en su nación y un competidor feroz en el extranjero, Waterman ha dejado una huella indeleble en cada club y selección que ha representado.
Hoy en día, con merecimiento, es el heredero de la 18 de Luis Tejada, y la viste con responsabilidad y compromiso. Y a tal escala llega esto que Waterman le tocó anotar justo en el día del inesperado fallecimiento del máximo goleador de la selección nacional. Fue en la liga peruana, esa donde Matador se convirtió en el ídolo de un club chico como Juan Aurich que incluso rompió paradigmas en la Copa Libertadores.
INICIO PROMISORIO
El viaje de Waterman comenzó en las juveniles del Sporting San Miguelito, donde su talento para el dribbling, la velocidad y un excepcional olfato goleador rápidamente lo pusieron en el radar de los scouts. Su capacidad para cambiar el ritmo de los partidos y su comparación con grandes delanteros como José Luis Garcés presagiaron un futuro brillante. Hizo su debut profesional en el Torneo de Apertura 2010 con el Sporting San Miguelito bajo la dirección técnica de Pércival Antonio Piggott, marcando su primer gol profesional el 7 de noviembre contra Alianza FC.
UNA VIDA EN URUGUAY
La habilidad de Waterman llamó la atención del Fénix de Uruguay, donde se unió en 2012. A pesar de enfrentar dificultades iniciales por la falta de documentación adecuada, finalmente debutó y se estableció como una figura importante del equipo. Su tiempo en Uruguay fue fundamental, desarrollando su juego en una liga más competitiva. En Fénix, Waterman jugó 127 partidos, marcando 18 goles, desempeñándose más a menudo como extremo que como delantero centro.
Posteriormente, se trasladó a otros equipos uruguayos como Defensor Sporting, donde, a pesar de no anotar en 20 partidos, su rendimiento en otros aspectos del juego fue notable. Más tarde, en Plaza Colonia, recuperó su forma goleadora, anotando 16 goles en 32 partidos en 2019, lo que demostró su adaptabilidad y persistencia.
CONSOLIDACIÓN PROFESIONAL EN CHILE Y PERÚ
Después de Uruguay, Waterman se aventuró al fútbol chileno, jugando para Universidad de Concepción, Everton y Cobresal. En la Universidad de Concepción, replicó su éxito de Plaza Colonia con 16 goles en 32 partidos. En Everton, aunque su cuota goleadora disminuyó ligeramente, anotó 7 goles en 24 partidos. Su paso por Cobresal fue excepcionalmente fructífero, donde anotó 23 goles en 52 partidos, consolidándose como un delantero formidable.
En 2024, Waterman aceptó un nuevo desafío en Alianza Lima, Perú, donde rápidamente se convirtió en una pieza clave del equipo, anotando 6 goles en 17 partidos hasta la fecha, aunque aún busca su primer gol en la Copa Libertadores.
JAMAICA, EL ANTES Y DESPUÉS
En el ámbito internacional, Waterman fue una pieza crucial para la selección Sub-20, marcando seis goles en la clasificación al Mundial Juvenil de Colombia 2011. También participó con la Sub-23 en el Preolímpico para Londres 2012, donde anotó un gol.
Su participación en la selección mayor fue intermitente inicialmente, sin goles en Copa Oro y Eliminatorias, pero se reafirmó como una figura central en las Eliminatorias para Qatar 2022, marcando seis goles en nueve partidos, incluyendo goles clave contra rivales como Honduras y Jamaica, redimiéndose de momentos anteriores menos afortunados como aquel 7 de septiembre en el empate 0-0 ante Jamaica.
Hasta la fecha, Waterman ha marcado más de 83 goles en clubes fuera de Panamá y 9 con la selección mayor a lo largo de su carrera, una cifra que subraya crecimiento, madurez y calidad como delantero.
Su capacidad para superar las adversidades y su devoción a la mejora continua han hecho de él un modelo a seguir para futuras generaciones de futbolistas en Panamá y más allá.
La carrera de Cecilio Waterman es un claro ejemplo de cómo la pasión y la perseverancia pueden transformar los desafíos en triunfos, tanto en la cancha como fuera de ella. Su legado en el fútbol es uno de compromiso, habilidad y, sobre todo,