El Manchester United sufrió una derrota humillante en su visita al Crystal Palace, siendo goleado 4-0 en un partido que reveló la magnitud del caos en el que se encuentra el equipo. Desde el inicio, el United se vio superado en todos los aspectos del juego, con una falta alarmante de organización tanto en defensa como en ataque.
El entrenador Erik ten Hag parecía impotente en la línea de banda, mientras su equipo era dominado por un Palace dirigido por Oliver Glasner, quien ha logrado imponer un estilo de juego claro y disciplinado en poco tiempo. Los jugadores del United, desaliñados y desinteresados, demostraron su frustración en momentos individuales de ineptitud que contribuyeron al desastroso resultado.
OLISE, FUE EL VERDUGO DE SELHURST
Destacó la actuación de Michael Olise, quien marcó dos brillantes goles y exhibió una confianza que avergonzó a la defensa del United. Mientras tanto, la ausencia de figuras clave como Bruno Fernandes agravó la crisis de lesiones del equipo, con un total de 63 casos registrados esta temporada.
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Esta derrota deja al Manchester United fuera de las plazas europeas en la Premier League, con serias implicaciones financieras y una reconstrucción que se vuelve aún más complicada sin fútbol europeo la próxima temporada. El futuro de Ten Hag en el club se ve cada vez más incierto, mientras que el Crystal Palace emerge como un equipo sólido y bien dirigido que ha dejado en evidencia las debilidades de un United en ruinas.