En un giro inesperado y desafortunado, Novak Djokovic, el número uno del mundo y vigente campeón del Abierto de Francia, ha sido forzado a retirarse del torneo debido a un desgarro del menisco medial en su rodilla derecha. La lesión ocurrió durante su emocionante victoria en cinco sets contra el argentino Francisco Cerúndolo, número 23 del mundo, el pasado lunes.
El incidente se produjo en la cancha Philippe-Chatrier, donde Djokovic llevaba una ventaja de un set. Mientras se desarrollaba el segundo set, el serbio resbaló en la superficie de arcilla y se lesionó gravemente la rodilla. A pesar de recibir tratamiento inmediato, las molestias persistieron, y una resonancia magnética realizada al día siguiente confirmó la severidad de la lesión.
“Debido a una rotura del menisco medial de su rodilla derecha, Novak Djokovic, que debía jugar mañana contra Casper Ruud en cuartos de final, se ha visto obligado a retirarse del torneo de Roland-Garros”, anunciaron los organizadores del Abierto de Francia en un comunicado oficial.
Djokovic, de 37 años, no ocultó su frustración tras el incidente, criticando duramente el estado de las canchas. Atribuyó el accidente a la lluvia y las malas condiciones meteorológicas, que, según él, habían deteriorado la capa superior de arcilla, haciendo la superficie peligrosamente resbaladiza. En una acalorada conversación con el supervisor del torneo, Wayne McKewen, Djokovic enfatizó la necesidad de barrer las canchas con mayor frecuencia para evitar este tipo de situaciones.
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La salida forzada de Djokovic deja una gran incógnita sobre el desenlace del torneo, que ahora tendrá que continuar sin el defensor del título y uno de los favoritos del público. Esta noticia no solo sacude a Roland-Garros, sino que también plantea serias preguntas sobre el futuro inmediato de Djokovic en el circuito profesional, mientras se recupera de esta significativa lesión.