El primera base estrella de los Dodgers de Los Ángeles, Freddie Freeman, sufrió una torcedura de tobillo durante la séptima entrada del partido contra los Padres de San Diego, mientras intentaba evitar un toque en la primera base. Este incidente causó preocupación en el equipo y la afición, pues Freeman ha sido una pieza clave en el éxito del equipo a lo largo de la temporada regular. Tras el partido, Freeman fue sometido a estudios de rayos X, los cuales resultaron negativos, lo que alivió en parte los temores iniciales. Sin embargo, el jugador fue visto con una bota ortopédica, y los Dodgers confirmaron que no participará en los próximos juegos del fin de semana.
A pesar de la lesión de Freeman, el equipo de Los Ángeles se muestra optimista sobre su pronta recuperación. Según Andrew Friedman, el máximo ejecutivo del equipo, “no estamos demasiado preocupados en esta etapa”. Los Dodgers han asegurado ya el título de la Liga Nacional Oeste por undécima vez en las últimas 12 temporadas, y tienen garantizado un descanso en la ronda de comodines. Este descanso será crucial para que Freeman pueda recuperarse a tiempo para los playoffs, que comenzarán el 5 de octubre.
Freeman, de 35 años, ha tenido una temporada sobresaliente, con un promedio de bateo de .282, 22 jonrones, 89 carreras impulsadas y 9 bases robadas en 147 juegos. Sus contribuciones han sido fundamentales para que los Dodgers se mantengan en la cima de la clasificación en la Liga Nacional. Aunque los Filis de Filadelfia tienen el criterio de desempate, los Dodgers aún tienen posibilidades de asegurar la mejor marca de la liga.