La rueda de prensa de Pep Guardiola tras el empate 3-3 entre el Manchester City y el Feyenoord dejó al descubierto una faceta poco común del estratega catalán. En una noche donde su equipo desperdició una ventaja de tres goles, Guardiola no solo enfrentó preguntas sobre el desempeño del City, sino que también dejó entrever señales de tensión emocional.
🚨 Pep Guardiola on those cuts: “With my fingers… I want to harm myself”.
— Fabrizio Romano (@FabrizioRomano) November 26, 2024
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Con rasguños visibles en su rostro y un corte en la nariz, el técnico explicó que las marcas fueron causadas accidentalmente por su propia uña. Sin embargo, fue su comentario de “quiero hacerme daño”, acompañado de una sonrisa y una salida apresurada de la sala, lo que generó polémica.
Expertos en lenguaje corporal, como Judi James, interpretaron los gestos de Guardiola como señales de “frustración e impotencia”. Según James, los movimientos de autoataque, como rascarse repetidamente o mostrarse inquieto, pueden ser un reflejo de agresión frustrada, común en situaciones de alto estrés.
Mientras las redes sociales explotaban con críticas y preocupaciones, Guardiola intentó aclarar sus palabras al día siguiente, emitiendo un comunicado donde subrayó su apoyo a quienes enfrentan problemas de salud mental. Aunque sus intenciones pudieron ser malinterpretadas, el técnico no pudo evitar convertirse en el foco de análisis psicológico.
En lo deportivo, la presión aumenta. Este resultado extendió la racha sin victorias del City a seis partidos, algo inusual para un equipo acostumbrado a la excelencia. Con un partido crucial contra el Liverpool en el horizonte, Guardiola deberá equilibrar su enfoque táctico y emocional para recuperar la estabilidad del equipo ante su próximo compromiso ante el Liverpool, en Anfield, el domingo.
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Más allá del marcador, esta situación expone la vulnerabilidad humana detrás de una figura pública. Guardiola, un genio del fútbol, también enfrenta la tensión que conlleva estar bajo la lupa constante, recordándonos que incluso los más grandes pueden tener días difíciles.