Arabia Saudita, inmersa en su estrategia de diversificación económica y visión global mediante el plan Visión 2030, ha dado un paso más hacia el futuro del deporte-infraestructura: la construcción del estadio aéreo más ambicioso jamás pensado. El llamado NEOM Stadium, o “sky stadium” si se prefiere la etiqueta mediática, se levantará dentro de la mega-ciudad NEOM, suspendido a unos 350 metros sobre el terreno del desierto.
Saudi Arabia’s NEOM Stadium - World’s First “Sky Stadium” ☁️
— The Lie Lamaa 🏹 (@BhaktBusters) October 28, 2025
Redefining architecture, sustainability & sports innovation!
Suspended 350 meters (1,150 ft) above ground !
👥 46,000 seats with breathtaking views
- 100% **Renewable Energy powered
Opening : 2032
Will host… https://t.co/ekSDv0VRji pic.twitter.com/Ae2x4Yj9gg
Con capacidad para alrededor de 46 000 personas, el estadio se proyecta para albergar partidos desde la fase de grupos hasta los cuartos de final de la Copa Mundial de la FIFA 2034, la cual ya fue oficialmente adjudicada al Reino Saudita. El cronograma establece que la construcción arrancará en 2027 y se completará para 2032, dejando margen para la logística, pruebas y puesta a punto antes del torneo.
Más allá del espectáculo visual, imaginen gradas flotando sobre un paisaje árido, con vistas inmensas al horizonte, el proyecto combina elementos de alto contenido técnico y sustentable: energía 100 % solar y eólica, acceso mediante transporte eléctrico, integración dentro del entorno urbano vertical de The Line. También representa un símbolo claro de la intención de Arabia Saudita por posicionarse como destino global de eventos deportivos y centros de entretenimiento.
Render del estadio suspendido a 350 metros sobre el desierto saudí.Desde el lado analítico, surgen preguntas legítimas: ¿será viable levantar una estructura de ese calibre en los plazos dados? ¿Cuál será el coste final y el impacto real para la comunidad local? Algunas publicaciones lo estiman en torno a 1,000 millones de dólares para ese estadio, aunque el total del plan para estadios llega a mucho más. Y aunque el impacto promocional es claro, algunos analistas destacan que tales obras pueden vincularse a críticas de imagen o de derechos laborales en proyectos de rápida ejecución



