El debut de la selección femenina de fútbol en el Mundial de mayores de Australia y Nueva Zelanda 2023 representa para los panameños una prueba del avance de su fútbol y, de paso, completa el ciclo de mundiales en diversas categorías.
La roja centroamericana empezó ese ciclo en el 2003, cuando su primera selección de fútbol sub’20 se clasificó a la cita mundialista en Emiratos Árabe Unidos, en esa ocasión de la mano del entrenador anglopanameño Gary Stempel.
Desde ese 2003, la roja centroamericana ha estado cinco veces más en estas justas, para completar seis apariciones, siendo su mejor presentación en 2019 en Polonia, con Jorge Luis Dely Valdés a la cabeza, llegando a hasta octavos de final.
En la categoría sub’17, los panameños han entrado entre las mejores selecciones del Mundo en tres ocasiones.
Los centroamericanos también han jugado mundiales FIFA de fútbol sala, en tres ocasiones (2012, 2016 y 2021), y en fútbol playa asistieron al Mundial realizado 2017, en las Bahamas.
Con los objetivos cumplidos previamente en la categorías menores, fútbol sala y fútbol playa, en 2018 Panamá jugó su primer Mundial de mayores en Rusia.
UN BIOTIPO ENVIDIABLE
Gary Stempel, entrenador de la selección panameña para el Mundial sub’20 en 2003, indicó que el crecimiento del fútbol panameño es “gradual” y está cimentado en las categorías menores y en el biotipo del atleta panameño.
”El biotipo panameño es lo más ideal para un atleta -y no estoy hablando solo de fútbol- porque lo vemos en el fútbol, en el baloncesto, en el béisbol, boxeo y en varios deportes, pero eso no lo vemos en Costa Rica, no se ve en Honduras y no se ve en otros países en Centroamérica”, señaló a EFE.
Apuntó que otros países, como Honduras y Costa Rica, “están sufriendo una crisis de identidad muy fuerte”.
”Para ellos es muy preocupante haber bajado sus niveles en categorías menores, especialmente Costa Rica, que siempre iba a mundiales en sub’17 y sub’20 y ahora sufre para llegar o no se clasifican”, subrayó.
CREER EN EL PROCESO
Este avance del fútbol panameño no es nada fortuito, sino parte de un trabajo estructurado en la contratación del técnico de la selección mayor y los procesos de las categorías menores, explicó a EFE el vicepresidente de la Federación Panameña de Fútbol, Pedro Gordón.
Los panameños registraron el mayor progreso entre todas las selecciones de la Concacaf pasando del lugar 57 al puesto 45, posición que los ubica como la mejor selección de Centroamérica, superando a Costa Rica, que bajó de la posición 42 a la 46, según la última publicación del escalafón FIFA del mes de julio.
”Haber llegado a estos niveles demuestra el crecimiento que ha tenido el fútbol panameño y el resultado de la apuesta que hicimos al traer a un técnico y un cuerpo técnico europeo, no del área”, dijo el dirigente del balompié panameño.
La última vez que Panamá había liderado el grupo de las selecciones de Centroamérica fue hace 9 años en el ránking de 2014, cuando era comandada por Julio César Dely Valdés.
Más allá de ser la mejor selección de fútbol de Centroamérica, Panamá es la cuarta mejor de la Concacaf, por debajo de Estados Unidos, México y Canadá.
CHRISTIANSEN, LA APUESTA GANADORA
Gordón matizó que la contratación del técnico hispanodanés Thomas Christiansen supuso salir del “molde”, era una “incógnita para toda la región centroamericana”, pero al final todo está dando resultados.
La selección absoluta panameña, de la mano de Christiansen, viene de hacer un buena Copa Oro, al lograr la segunda plaza tras caer en la final 1-0 ante México, y antes de eso se ubicó en la cuarta casilla en la Liga de Naciones de Concacaf.
”Cuando hicimos el anuncio de Thomas Christiansen por su ‘background’ europeo no nos tomaron muy en serio. El tiempo nos dio la razón y ahora mismo en conversaciones en Copa Oro, con varios presidentes y representantes de federaciones centroamericanas y norteamericanas, han reconocido el trabajo que ha hecho este cuerpo técnico”, aseguró.