El largo y costoso proceso legal de la atleta sudafricana Caster Semenya, quien ha sido objeto de debate y controversia debido a su condición biológica, llega a su punto culminante con una vista ante la más alta instancia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). La audiencia, programada para el miércoles 15 de mayo, determinará si Semenya debe reducir sus niveles de testosterona para poder competir en el atletismo femenino de élite.
Desde sus primeras incursiones en el mundo del atletismo, Semenya ha enfrentado obstáculos y discriminación debido a su apariencia física y sus características biológicas. Privada de competir durante 11 meses y sometida a pruebas de feminidad cuyos detalles permanecen en secreto, la doble campeona olímpica de los 800 metros ha librado una batalla legal prolongada para defender su derecho a competir sin la imposición de tratamientos médicos.
A pesar de haber obtenido una victoria inicial en la sala jurídica del TEDH en julio pasado, esta vez el caso será revisado por la Gran Cámara del tribunal, una instancia de apelación cuyas decisiones son definitivas. Semenya, quien ha sido clasificada con “diferencias en el desarrollo sexual (DSD)”, ha rechazado tomar medicamentos para reducir sus niveles de testosterona, desafiando las reglas establecidas por el órgano rector del atletismo mundial en 2018.
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El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) falló en contra de Semenya en 2019, respaldando la decisión con el argumento de que un nivel de testosterona comparable al de los hombres otorgaba a las atletas femeninas una ventaja injusta en la competición. Esta batalla legal no solo tiene implicaciones para Semenya como atleta, sino que también plantea cuestiones fundamentales sobre la equidad y la inclusión en el deporte de élite.
Con información publicada en france24.com