La FIFA volvió a mover la chequera y lo hizo a lo grande. Para el Mundial de 2026, que se jugará en Estados Unidos, Canadá y México, se destinará un fondo histórico de 355 millones de dólares como parte del Programa de Beneficios para Clubes (CBP). La cifra representa un aumento de casi el 70% frente a los USD 209 millones distribuidos en Qatar 2022, que beneficiaron a 440 equipos de 51 países.

Lo novedoso esta vez es el cambio en los criterios de reparto. Por primera vez desde que se creó el programa, los clubes serán compensados no solo si sus jugadores participan en la fase final, sino también si son convocados a las eliminatorias rumbo al Mundial. Esto significa que cualquier club que preste a un jugador para un partido clasificatorio recibirá un pago directo, aunque su futbolista nunca llegue a disputar la Copa.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, calificó el cambio como un paso hacia una redistribución más justa e inclusiva en el fútbol. “Este programa reconoce la enorme contribución de los clubes, desde el desarrollo de los jugadores hasta los partidos más importantes”, dijo el dirigente.
El respaldo de la Asociación Europea de Clubes (ECA) también fue clave. Su presidente, Nasser Al-Khelaïfi, aseguró que este acuerdo “demuestra cómo la colaboración con FIFA impulsa el crecimiento del fútbol de clubes en todo el mundo”.
Los detalles sobre el proceso de inscripción y el modelo de distribución todavía no se han revelado, pero la expectativa es grande. Con este cambio, más clubes que nunca se verán beneficiados, lo que representa un alivio económico para equipos medianos y pequeños que muchas veces hacen de cantera para las grandes selecciones.