La tarde en Villa Park prometía drama, y vaya si lo cumplió. Frente a la atenta mirada de su aficionado más famoso, Tom Hanks, Aston Villa protagonizó una remontada digna de un guion cinematográfico. Comenzaron perdiendo 3-1 contra Liverpool, pero en los últimos cinco minutos cambiaron la trama para casi asegurarse un lugar en la Liga de Campeones.
El ambiente era eléctrico desde el inicio, especialmente tras el emotivo discurso de Hanks. Sin embargo, los errores defensivos amenazaban con arruinar la fiesta. Emiliano Martínez, considerado el mejor portero del mundo por los locales, cometió un error garrafal que permitió a Harvey Elliott adelantar a Liverpool en tan solo 61 segundos. A pesar del empate momentáneo de Youri Tielemans, Cody Gakpo y Jarrel Quansah ampliaron la ventaja para los visitantes.
Con el marcador 3-1 en contra y cinco minutos en el reloj, Unai Emery apostó por los cambios que dieron resultado inmediato. Calum Chambers robó un balón crucial que Jhon Duran convirtió en gol, y poco después, Moussa Diaby selló la remontada con un remate fortuito. Las celebraciones fueron eufóricas, con banderas ondeando y Emery gritando “¡arriba la Villa!” al micrófono.
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Aunque Tottenham Hotspur, cinco puntos por detrás, tiene dos partidos por jugar, la tarea de vencer al Manchester City el martes parece titánica. Con una diferencia de goles favorable y un último partido contra Crystal Palace, Villa confía en asegurar su participación en la Copa de Europa por primera vez desde 1983.
Jurgen Klopp, en su penúltimo partido al mando del Liverpool, se despidió con calidez de los aficionados. Mientras tanto, para Villa y Emery, este partido simboliza una temporada extraordinaria que podría culminar en un histórico regreso a la élite europea.
Con información publicada en telegraph.co.uk