Ronaldinho volverá a ponerse la camisa del Barcelona

Los equipos ‘Legends’ (Leyendas) del Barcelona y el Real Madrid, formados por exjugadores de prestigio de ambos clubs como Ronaldinho y Rivaldo o Luis Figo y Roberto Carlos, disputarán el martes un partido amistoso en el estadio Bloomfield de la urbe israelí de Tel Aviv, donde sacarán de nuevo su vieja rivalidad.

Más allá de los brasileños Ronaldinho o Rivaldo -dos estrellas que marcaron la historia reciente del club azulgrana-, en el cuadro que dirige el exdefensa Albert Ferrer participarán también exfutbolistas de peso como Deco o Javier Saviola. A su vez, habrá antiguos miembros del “Dream Team” de Johan Cruyff, como Guillermo Amor o Jon Andoni Goikoetxea.

En el Real Madrid, por su parte, estarán exjugadores de la relevancia de Luis Figo o Roberto Carlos, mientras que el mítico portero Iker Casillas estará presente también en Israel para ejercer como representante y embajador de la Asociación Real Madrid.

Este Clásico que presenciarán los seguidores israelíes del fútbol español con la puesta en escena de los que fueron grandes estrellas, contará también con la presencia en Israel del presidente del Barcelona Joan Laporta.

El mandatario azulgrana inauguró el domingo, en la localidad israelí de Holón (sur de Tel Aviv), la exposición “Barça, The Exhibition”, una muestra interactiva que usa tecnologías avanzadas para acercar la esencia del equipo catalán a aficionados de todo el mundo.

“El Barça es un club abierto al mundo. Es un club global que pertenece al mundo”, dijo Laporta en la ceremonia de inauguración.

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Su encuentro se produce pocos días después de la cancelación del partido entre el equipo israelí Beitar Jerusalén y el Barcelona, que estaba previsto para agosto y finalmente no se llevará a cabo tras la solicitud del equipo catalán de que se jugara fuera de la Ciudad Santa.

La semana pasada, tanto el presidente de la Asociación Palestina de Fútbol como un parlamentario israelí de origen palestino instaron a la cancelación del partido, tanto por la carga simbólica de que se jugase en Jerusalén como por el largo historial de racismo de los fanáticos del Beitar hacia árabes y musulmanes.