La selección Sub-23 de Panamá, bajo la dirección técnica de Thomas Christiansen, se prepara para una prueba crucial en su camino hacia la consolidación en el fútbol internacional. Los amistosos programados contra la poderosa escuadra Sub-23 de México no solo servirán como una oportunidad para medir fuerzas, sino que también pondrán a prueba la capacidad de estos jóvenes talentos de la Liga Panameña de Fútbol (LPF) y de los jugadores que militan en el extranjero. Con dos partidos que prometen ser intensos y desafiantes, Panamá buscará demostrar su crecimiento y ambición en el escenario futbolístico.
Los encuentros, fijados para el viernes 6 y el lunes 9 de septiembre, se llevarán a cabo en dos de los centros de alto rendimiento más prestigiosos de México, las instalaciones de la Federación Mexicana de Fútbol en Toluca y el Centro de Alto Rendimiento en Ciudad de México. Estos partidos forman parte de la fecha FIFA de septiembre y son una excelente oportunidad para que el combinado panameño afine su estrategia y cohesión como equipo.
Thomas Christiansen, ha convocado a 23 jóvenes promesas, 18 de las cuales se destacan en la LPF, mientras que 5 desarrollan su carrera en ligas extranjeras. Esta mezcla de talentos nacionales e internacionales refuerza el propósito de estos amistosos, no solo competir, sino también aprender y crecer.
El viaje a tierras mexicanas está programado para el miércoles 4 de septiembre, donde los jugadores y el cuerpo técnico buscarán aprovechar cada minuto para adaptarse a las condiciones y al estilo de juego que enfrentarán. México, con una larga tradición de éxito en categorías juveniles, representa un reto significativo para Panamá, que buscará plantar cara y demostrar que su fútbol sigue en ascenso.