Kenneth Iwamasa, asistente personal de Matthew Perry, se ha declarado culpable de “conspirar para distribuirle” ketamina, un anestésico relacionado con la muerte del actor. Según el Departamento de Justicia de California, Iwamasa, de 59 años, admitió haber inyectado repetidamente ketamina a Perry sin indicación médica, incluyendo varias inyecciones el día de su fallecimiento, el 28 de octubre de 2023. En total, se le acusa de haber administrado más de 20 inyecciones en los días previos a la muerte del actor.
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Los fiscales han señalado que Perry había solicitado a Iwamasa que le consiguiera más ketamina debido a su creciente adicción. La ketamina, que debe ser administrada por profesionales médicos, puede tener efectos nocivos si no se supervisa adecuadamente. Iwamasa no tiene formación médica y fue quien encontró a Perry muerto en su jacuzzi.
Además de Iwamasa, cinco personas han sido acusadas de participar en una red de suministro de ketamina al actor, incluyendo dos médicos y una traficante conocida como “La Reina de la Ketamina”. Se estima que Perry pagó aproximadamente 55 mil dólares por alrededor de 20 frascos de ketamina en un periodo de dos meses. Las ampollas de ketamina le costaban a los médicos implicados 12 dólares, pero se las vendieron al actor por “alrededor de 2 mil dólares”. Las penas de cárcel para los implicados podrían ser severas, con uno de los médicos enfrentando hasta 120 años de prisión y la traficante potencialmente cadena perpetua.
La autopsia reveló que Perry falleció por “efectos agudos de la ketamina” y un posterior ahogamiento, con niveles de la droga similares a los requeridos para una anestesia general.
(Con información de www.elmundo.es)