En medio de la pandemia, la danza, que por su naturaleza necesita de contacto físico, ha tenido que evolucionar. Conversamos con Ximena Eleta de Sierra, presidenta de la fundación Gramo Danse, que se encarga de llevar esa expresión artística.
El arte de la danza y teatro se han visto afectados durante esta pandemia. ¿Cuál ha sido el mayor reto de Gramo Danse?
“El mayor reto ha sido restructurarnos administrativamente y adaptar nuestros programas a la virtualidad, para poder continuar con nuestros objetivos”.
¿Para salir adelante qué acciones han tomado para seguir llevando esa linda expresión artística?
“La Fundación Gramo Danse agrupa 3 entes: CÍA. Gramo Danse, programa social Danzárea y el estudio de danza XIELO”.
“En la CÍA. Gramo Danse, estamos entrenando de manera virtual a diario con clases de danza contemporánea, ballet clásico, acondicionamiento físico y otras. Durante los primeros 2-3 meses de la Cuarentena produjimos también un cortometraje con danza: “SAL”.
“En Danzárea, nuestras maestras dictan módulos de forma virtual y, dadas las limitaciones de internet de nuestros estudiantes, les dejan “retos” de movimiento y asignaciones –aparte de darles apoyo psicológico”.
“A los alumnos de danza aérea de XIELO, les ofrecemos clases de acondicionamiento físico”.
La danza necesita del contacto físico ¿Cómo son las prácticas de los artistas y demás?
“En este momento, no estamos pudiendo realizar ensayos conjuntos. Incluso el cortometraje “SAL” lo realizamos 100% a distancia, lo cual fue un gran reto”.
Escuchamos de una subasta en beneficio de estudiantes y profesores, ¿Cómo nació la iniciativa? ¿De qué manera se está dando el apoyo?
“La idea de tener una Subasta Silenciosa de Experiencias y Arte, con el objetivo de recaudar fondos, la habíamos tomado desde el año pasado! (Brujas?) Por lo tanto, cuando empezó la pandemia, solamente tuvimos que adaptarla a una plataforma virtual”.
“Los resultados fueron positivos, sobre todo tomando en consideración las circunstancias tan difíciles que vive el país en este momento. Colocamos 72% de los “lotes” de la Subasta, y estamos muy agradecidos con todos los participantes y con toda la comunidad por su apoyo”.
Antes de la pandemia mundial, ¿qué planes tenían y cómo pretenden adaptarse a este cambio?
“Antes de la llegada del Covid-19, en la CíA. Gramo Danse teníamos planes de realizar una gira al interior del país con la obra de danza contwmporánea y danza aérea (sobre telas y con arneses sobre un andamio), “k.IROS”, seguidos de una serie de presentaciones en el Teatro Nacional. Ambos fueron cancelados y recientemente decidimos realizar “k.IROS” en vídeo, por lo que estaremos empezando este montaje muy pronto”.
“En Danzárea, aparte de nuestro programa de 6 horas semanales de clase, teníamos planes de llevar a cabo una edición bianual más del Festival de Coreografía Infantil y Juvenil Brío. De nuevo, el mismo fue cancelado y aún no tenemos planes al respecto. La presentación anual sí la llevaremos a cabo de forma virtual”.
¿Cuál es la importancia de la danza en el rescate de personas en riesgo social y qué experiencias al respecto nos podrían compartir?
“La danza, como otras manifestaciones de arte, es una forma idónea de desarrollar en estos niños y jóvenes amor propio, confianza, perseverancia y la búsqueda de la excelencia, entre otros – todo esto mientras se expresan y ponen a volar su creatividad. Observar a algunos muchachos terminar, no solo nuestro programa sino también la secundaria y ser los primeros en sus familias en asistir a la universidad, nos ha dado una satisfacción inmensa”.
Un mensaje a aquellos artistas y profesionales de la danza y teatro.
“No se desanimen y busquen maneras de monetizar su arte (por medio de la presentación de sus obras en plataformas digitales como Proyecto Actinio o Verteatro.com), de enseñar su arte de manera virtual y/o de descubrir otros talentos o conocimientos y desarrollarlos para poder pagar sus cuentas mientras pasamos estos meses (o año)”.
¿Cómo nace Gramo Danse y cuál es su propósito?
“Gramo Danse, como se llamó en un principio, fue fundada por las hermanas Mónica y Graciela Newsam, panameñas, motivadas por el deseo de compartir su arte y crear un público para la danza a largo plazo, para que sus estudiantes de la universidad pudieran eventualmente ganarse la vida de forma digna como profesionales de la danza”.