La polémica se centra en César Anel Rodríguez, el hombre al mando de la Organización Señorita Panamá (OSP), quien ha sido catalogado tanto héroe como villano en el mundo de las reinas panameñas. Aquí te traigo el top 3 de este culebrón que parece sacado de una novela.
1. ¿Justicia Divina en Acción?
Marisela Moreno, exdirectora de Señorita Panamá, lanzó una serie de indirectas en sus stories de Instagram que, según muchos, apuntan directo a César Anel.
Sin mencionar nombres, dejamos frases como “La verdad siempre sale a relucir” y “Dios pone en vergüenza al mentiroso”, dando a entender que algo fuerte está por destaparse. ¿Será que algo está haciendo ruido en el mundo de las reinas?
2. “Él no merece la organización”
Katie Caicedo, modelo y basquetbolista, fue seleccionada para representar a Panamá en Miss Grand Internacional en Tailandia en 2021. Pero tras su experiencia, Katie no tiene mucho bueno que decir. Desde problemas para obtener apoyo, hasta recibir llamadas para hacer sesiones sin contrato, Katie relató lo difícil que fue costarse su propia preparación.
“Él no me ayudó, tuve que arreglarme hasta los vuelos yo mismo”, dijo en una transmisión con el periodista Hugo Stocker. Según ella, César Anel le pidió que firmara contratos con cláusulas “injustas”, pidiéndole hasta parte de sus premios. La modelo dejó claro que él busca misses con recursos, pero ella opina que es hora de un cambio. ¡Tremendo!
3. Boletos, contratos y ventas a lo grande
El escándalo no termina ahí. En 2019, César Anel Rodríguez defendió la venta de boletos como algo “de toda la vida”, pero los rumores han crecido con testimonios recientes. Una exconcursante del Miss Universe Panamá reveló que las aspirantes tienen que pagar 650 dólares de inscripción y vender boletos para eventos como la gala preliminar y la final.
Las cifras se acumulan y, según las concursantes, este modelo les limita y hace que muchas chicas talentosas no puedan participar por falta de recursos. Diamantina del Carmen Herrera, madre de César y secretaria de la organización, justificó los cobros, asegurando que mantener la producción del evento es costosa.
Mientras el público debate si estas prácticas son justas o una barrera para jóvenes sin tantos recursos, la OSP no ha dado declaraciones oficiales. ¿Cambiará algo en el mundo de la belleza panameña? ¡Este drama promete, y apenas empieza!