Farándula

No fue por amor al arte. Meghan y Harry le sueltan la sopa a Oprah a cambio de unos milloncitos

La entrevista ha dejado sin palabras a la corona británica que aún no se recobra del golpe

Luis Rodriguez

Por Luis Rodriguez

Los duques de Sussex hablaron con Oprah y se pudieron haber embolsillado varios millones de dólares.

Y como un verdadero tsunami ha caído en diferentes sectores del Reino Unido y claro que por supuesto en el Palacio de Buckingham, la polémica entrevista que los duques de Sussex, Meghan y Harry concedieron a su amiga la presentadora Oprah Winfrey.

La exclusiva de dos horas y media de duración ha generado un torbellino de reacciones a ambos lados del Atlántico con los tabloides y un sector de la sociedad británica afectos a la monarquía arremetiendo contra los Duques mientras que la otra cara de la moneda se refleja en varias partes del mundo donde la empatía se vuelca a los Sussex.

De racismo y otros males

Entre lo más destacado de la entrevista estuvo la revelación de que en los meses en que Meghan estuvo embarazada familiares de la realeza(no especificados) pero que según Oprah no fueron ni la reina Isabel II ni su esposo, mostraron su preocupación sobre lo oscura que podría ser la piel del pequeño Archie cuando naciera” algo que la duquesa no dudó en tildar de presuntos comentarios racistas y que Harry consideró chocante aunque declinó señalar de quiénes vinieron los comentarios.

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También hubo buenas nuevas como las que el segundo bebé de los Sussex será una niña con lo que tendrán la parejita y que tres días antes que se realizará la boda oficial ya los Duques habían contraído matrimonio. Otra revelación de impacto fue la que hizo Harry de que una vez que estalló el escándalo del anuncio de que ellos abandonarían sus funciones reales, su padre el príncipe Carlos ya no le contestaba el teléfono. “Me siento realmente decepcionado, porque él ha pasado por algo similar. Ha habido mucho dolor”, señaló Harry, quien confió en poder “reparar la relación” con él.

Los tabloides británicos dieron un gran despliegue a la entrevista. (GLYN KIRK/AFP)

Pensamiento suicida y poca empatía

Pero quizás lo que más conmovió de la entrevista fue la revelación de Meghan Markle que su salud mental empeoró notablemente durante su primer embarazo, y que llegó un punto en el que tuvo que hablar en serio con Harry porque tenía pensamientos suicidas “muy claros, reales y constantes, que daban miedo”. Pero lo que estremeció aún más fue su denuncia de que acudió a “una de las personas de mayor rango en la institución” de la Casa Real y le “suplicó que le ayudara” a mejorar su salud mental, pero le respondieron “que no, que no podían hacer nada” por ella.

Sobre la supuesta rivalidad con su concuñada Catalina de Cambridge aclaró un sonado incidente pero que según ella fue contado a la inversa. “La narrativa de que yo hice llorar a Catalina fue el comienzo del asesinato de mi ‘personaje’ (a los ojos de la sociedad británica)”, dijo Meghan, quien lamentó que la Casa Real nunca desmintiera ese rumor, como sí hacían con los que afectaban a “cualquier otro” de sus miembros.

La duquesa alegó que fue Catalina quien estaba “molesta por el tema de los vestidos de las damas de honor” de su enlace, y añadió: “Me hizo llorar e hirió mis sentimientos”, pero punto y seguido destacó que la duquesa de Cambridge se disculpó y se superó el incidente, destacando que ella es una buena persona.

¿Cuanto cobraron?

Pero al parecer la entrevista que los duques de Sussex dieron en exclusiva no fue una deferencia para darle la primicia a su gran amiga Oprah Winfrey pues según el influyente diario The Wall Street Journal, y replicada por el portal digital Marca, Meghan y Harry habrían obtenido entre 7 y 9 millones de dólares por dos horas y media de entrevista.

Ahora la expectativa está en qué será lo próximo y los reflectores ahora se enfocan en la plataforma Netflix con la que los Sussex firmaron un jugoso contrato entre los que se incluye una docu-serie en la que terminarían de revelar otros detalles incómodos para la monarquía británica.