En su discurso de ayer luego de ser proclamado presidente de Panamá, José Raúl Mulino hizo planteamientos importantes. Aseguró que no se puede ir hacia adelante con los ojos en la nuca y que la objetividad y la verdad serán la guía en la búsqueda de la justicia.
Mulino, quien se mostró muy emocionado durante su discurso, habló sobre los duros retos que se tendrán que enfrentar para sacar al país del atolladero, por los excesos y la ausencia del gobierno. “Recibimos una economía seriamente afectada, perdimos miles de empleos y la confianza de invertir en nuestro país, y a causa de esto subieron los intereses sustancialmente”, señaló el mandatario.
El nuevo presidente de Panamá se refirió a su familia, diciendo que “este esposo, padre y abuelo hoy necesita más de su apoyo que nunca, pero tendrá poco tiempo para retribuirle”.
Mulino reconoció que “estamos mal, pero la cosa pinta bien”, y enumeró algunas de las obras que piensa realizar durante su gobierno. Entre ellos, el nuevo Hospital Oncológico, que contará con un hotel accesible y económico para las personas que vienen del interior, además se establecerán centros de tratamiento oncológico en todo el país. También prometió que la licitación para el hospital de mascotas se realizará lo más pronto posible.
El gobernante afirmó que a partir del 1 de agosto se estará implementando el programa Mi primer empleo, que beneficiará a mil jóvenes. Habló también de la construcción de viviendas sociales en todo el país.
Aseguró, además, que no es un hombre de quejas y lamentaciones, sino que es un hombre optimista, que cree en Panamá y los panameños, y que tiene las fuerzas y el compromiso para darle a los panameños la oportunidad de estudiar, trabajar y emprender. “Con la ayuda de mi equipo de gobierno daremos vuelta a la economía y echaremos a andar el progreso”, indicó.
Y mientras en el Teatro Anayansi se escuchaban algunas voces que gritaban “libertad, libertad”, el nuevo mandatario aseguró que no protegerá a nadie, “aunque sean de los míos”.