Farándula

Panameña acude a Caso Cerrado. Hombre que conoció por Facebook la tenía de esclava de sus bajos instintos

Este fue el veredicto de la juez Ana María Polo

Martha Concepción

Por Martha Vanessa Concepción

Una panameña, que toca la flauta, identificada como Jacqueline, recurrió a Caso Cerrado de la juez Ana María Polo, para demandar a un hombre de nombre Pablo, a quien conoció por Facebook y asegura la engañó llevándosela supuestamente a trabajar a New York.

Jacqueline dijo en Caso Cerrado que dejó todo y se fue con él a Nueva York, donde mantenían una relación sentimental, mientras él le decía que gestionaba presentaciones para que ella trabajara, pero eso nunca pasó.

Según Jacqueline, lo que el hombre quería era explotarla sexualmente. La panameña dice que la engañó y la tenía como esclava sexual, “solo era sexo”.

Allá se enteró que el hombre estaba casado. Él le dijo que estaba separado de su esposa y que solucionaría todo y la llevó a un hotel, pero que ella pusiera de garantía su tarjeta de crédito y él le iría reembolsando lo gastado, otra cosa que nunca ocurrió.

La mujer aseguró que el hombre prácticamente no la dejaba salir de la habitación del hotel, se la pasaba pidiéndole tener relaciones sexuales y no salían a ningún lado, solo era sexo, hasta que un día el hombre desapareció y la dejó con la cuenta del hotel.

Panameña, Jacqueline, en Caso Cerrado.

La mujer asegura que los gastos ascendieron a unos diez mil dólares, por lo que le pide una indemnización de 50 mil dólares.

El hombre se defendió ante la juez argumentando que la última vez que tuvieron relaciones íntimas, ella en medio del acto, lo sujetó por el cuello y le advirtió que si no dejaba a su esposa, ella le cortaba la flauta a él y a ella la cabeza.

“Le cogí fue un miedo impresionante. Así es que actué normal ese día y no volví... Ella se quedó dormida y me fui corriendo. Me he gastado muchísimo más que eso en la visa, el pasaje...”, dijo Pablo.

Panameña, Jacqueline, en Caso Cerrado.

Ella llevó como testigo a un supuesto amigo de Pablo, José Figueroa, quien confesó que él previamente le había revelado que había conocido a una panameña por Facebook que tocaba la flauta. Le dijo que le haría creer que tocaría la flauta allá y lo que iba a tocar era su parte viril.

“Ahora ella se está quedando conmigo, porque no tiene a nadie”, dijo Figueroa. Explicó que Pablo y su esposa Gloriví tienen 10 años de casados y es ella la que lo ayuda a él económicamente.

La juez resolvió el caso determinando que por los cuatro meses que lleva la panameña en Estados Unidos, los 50 mil dólares que pedía era mucho, pero sí le concedió que Pablo le debe pagar 30 mil dólares, con lo que de seguro su esposa Gloriví tendrá que ayudarlo. “He dicho, Caso Cerrado”, manifestó Polo.

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Panameña, Jacqueline, en Caso Cerrado.