Una pareja de esposos panameños que vivieron el Mundial en Catar, tuvieron la oportunidad de visitar el restaurante Nusr-Et del famoso chef turco Salt Bae, un influencer con casi 50 millones de seguidores en Instagram, que se especializa en cortes de carnes, incluso vende un corte con huesos bañados en oro y cuyos costos superan los mil dólares por plato.
El chef, que es todo un personaje, ha recibido la visita de millonarios y múltiples famosos, como Puff Daddy, incluso conoce bien a la selección de fútbol Argentina, estuvo con ellos en el campo de juego en la gran final este domingo, 18 de diciembre, luego del triunfo y hasta posó con el mismísimo y ansiado trofeo real de la Copa del Mundo.
Salt Bae es carismático y atendió muy bien a los panameños en su restaurante en Catar.
Acostumbra lucir pantalón negro, camiseta blanca ajustada y anteojos. Allí donde lo ven, no tiene reparos en hacer alarde de lo que cobra, publicando en su red social lo que pueden llegar a pagar en una noche sus comensales, asegurando que la calidad nunca es cara.
Los panameños Francisco Modest y Janice Orocú, son hinchas de Argentina y disfrutaron al máximo tanto del Mundial, como su visita a Catar, pues lograron hacer recorridos por los centros comerciales, por el desierto y por el exclusivo restaurante.
“Cada vez que el chef pasaba por nuestra mesa nos hablaba de Panamá”, dijo Francisco.
Asegura que “la comida está a otro nivel” y que no le resultó tan caro, al menos lo que ellos pidieron. “En Panamá hay muchísimos lugares más caros”, dijo.
Lo cierto es que este chef de Nusr Et, es toda una celebridad. Las personas llegan y hasta hacen filas para tomarse selfies con él. Acostumbra a atender a sus comensales y saludarlos de mesa en mesa. Tiene una especie de show, ya que anda con guantes negros en sus manos y es que hace cortes de las porciones de carne en la mesa de los comensales y le deja caer como una llovizna de pizcas de sal de una manera muy peculiar, lo que queda plasmado en sus famosos videos. Toda una experiencia.
Salt Bae no dudó en invitar a la selección campeona del mundo a celebrar con un asadito en el exclusivo restaurante.
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