En 2003, Panamá fue la sede por segunda vez del certamen Miss Universo, un evento que generó gran expectativa internacional, pero también significó un gasto considerable para el país. El Gobierno destinó 9 millones de dólares para garantizar la celebración del concurso, incluyendo derechos de ubicación, gastos operativos y promoción.
En una ceremonia que contó con la revelación de una placa conmemorativa, la mandataria estuvo acompañada por la Miss Universo, Justine Pasek , y el presidente del Grupo F., Jean Figali , responsable de la construcción de la obra.
A pesar del despliegue, el evento generó críticas por los altos costos: el alquiler del Figali costó 600 mil dólares y, aunque el saldo positivo final fue de 1,1 millones de dólares , muchos cuestionaron si el gasto valió la pena. Además, aunque la estructura estaba lista, los alrededores no habían sido completamente terminados, dejando dudas sobre la planificación.
Panamá disfrutó de 11 minutos y medio de tomas de sus hermosos paisajes y sitios estratégicos en comercio y transporte, lo que superó los 9 minutos originalmente pactados. La cobertura incluyó a más de 500 periodistas internacionales, logrando posicionar al país en las portadas de prestigiosos diarios, revistas y noticieros de cadenas globales.
Por primera vez, el concurso fue transmitido simultáneamente por Telemundo , alcanzando una audiencia de 650 millones de televidentes en 158 países . Enrique Fernández, director del certamen, destacó los impresionantes índices de audiencia:
- Panamá: 68.5 puntos.
- EE.UU.: 12,4 puntos (Miami 21,4, Nueva York 19).
- Puerto Rico: 44.
- Colombia: 33.3.
- Canadá: 22.8.
- España: 17.2.
- Italia: 13.6.
💬 ¿Fue un lujo innecesario o una inversión estratégica para posicionar a Panamá? 🌍✈️