La vida de Taylor Swift vive un capítulo intenso. A solo un mes de anunciar su compromiso con la estrella de la NFL, Travis Kelce, la cantante ha vuelto a ser el centro de la conversación mundial. En plena promoción de su nuevo álbum The Life of a Showgirl, la artista quiso acompañar a su prometido en el partido de los Kansas City Chiefs contra los Philadelphia Eagles, pero lo hizo de una manera que dejó más preguntas que respuestas.
El domingo 14 de septiembre, Swift llegó al Arrowhead Stadium oculta tras una enorme pantalla que el personal del lugar utilizó para trasladarla discretamente. La maniobra, lejos de alejarla de los reflectores, provocó todo lo contrario: las redes sociales estallaron con teorías, desde quienes aseguran que se trata de un protocolo de seguridad ante los recientes tiroteos en la zona, hasta quienes creen que la estrella podría estar embarazada.
La ausencia de la cantante en el palco habitual que suele ocupar durante los encuentros de Kelce solo aumentó la intriga. “¿Está embarazada?”, preguntaban algunos usuarios, mientras que otros la defendían reclamando su derecho a la intimidad: “No puede ir a un partido sin que inventen historias”.
Por ahora, ni Swift ni Kelce han dado declaraciones sobre lo sucedido. Sin embargo, el hermetismo no hace más que alimentar la especulación sobre la vida de la pareja más seguida del momento.
Lo cierto es que, entre rumores de boda, teorías de embarazo y la vorágine de su nuevo proyecto musical, Taylor Swift confirma que sigue siendo, aunque lo intente, imposible de pasar desapercibida.