Isabel Pantoja se encuentra en el centro de una nueva polémica relacionada con sus deudas. La cantante está intentando vender su antigua casa en Sevilla, adquirida antes de su relación con Paquirri, para hacer frente a sus problemas económicos. Sin embargo, un obstáculo significativo ha surgido: su cuñada Junco, exbailaora japonesa, se niega a abandonar la propiedad, a pesar de los intentos de Pantoja por llegar a un acuerdo y desalojarla.
Junco ha estado viviendo en el piso desde el fallecimiento de su esposo, Bernardo Pantoja, en 2022. La situación se ha vuelto tensa, ya que Pantoja ha hecho varias ofertas formales para que Junco se mude, todas rechazadas. Según la periodista Paloma García-Pelayo, hay un comprador interesado, pero la venta está estancada debido a la negativa de Junco a dejar el lugar.
Junco, que ha sido leal durante toda su vida a Bernardo. A él le amputaron una pierna en 2017, por lo que su esposa reformó la residencia para su comodidad. Durante años se pudo ver a la fiel Junco acompañando a Bernardo en sus visitas al médico. No solo eso, sino que la japonesa contribuyó a la economía familiar gracias a sus ingresos como diseñadora y costurera de trajes flamencos que exporta a su país de origen.
Su abogada le ha aconsejado no abandonar la propiedad, lo que ha frustrado aún más a Isabel Pantoja en su intento de saldar sus deudas millonarias, especialmente en un momento en que su agenda de conciertos se ha reducido.