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Así quedó por dentro la icónica catedral de Notre Dame tras el incendio

La aguja de la catedral de Notre Dame, uno de los símbolos de París, cuyo extremo estaba a 93 metros del suelo, se vino abajo durante el incendio.

Varios tesoros pudieron ser salvados de las llamas pero otros, que no podían ser desplazados, estaban siendo vigilados por los bomberos.

Un incendio que arranca en la parte superior de la catedral, un techo que se desploma y una aguja que se viene abajo. Esto es lo que sabemos del violento incendio que arrasó el lunes la emblemática catedral de Notre Dame de París.


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El lunes a las 18:20 se recibe un primer alerta desde Notre Dame, “pero ningún foco de incendio fue constatado”, indicó el procurador de París, Remy Heitz. Una veintena de minutos después, son detectadas llamas en el techo luego de recibirse un segundo alerta.

“No estaba lejos, vi el humo. Al principio pensé que era [el hospital] Hotel-Dieu y luego entendí que en realidad era la catedral. Llegué y empezaron a caer cenizas”, cuenta Olivier de Chalus, el encargado de los guías voluntarios de la catedral.

El fuego, cuyo origen se desconoce, comenzó en la parte superior y se propagó con suma rapidez a una parte del tejado.

Gracias a que la catedral fue evacuada no se registraron víctimas, salvo un bombero que sufrió heridas leves.

Las llamas devoraron la armadura de madera de más de 100 metros de largo conocido como “el bosque” debido “al gran número de vigas que hubo que utilizar para instalarlo, cada una procedente de un árbol”.

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La fiscalía de París abrió una investigación judicial por “destrucción involuntaria”.

Los investigadores privilegian la pista de un inicio de incendio accidental en las obras que se llevaban a cabo en el tejado de la catedral.

Cinco empresas trabajaban en las obras de renovación. Los obreros comenzaron a ser interrogados el lunes por la noche.

“Unos 50 investigadores están movilizados”, dijo el ministro del Interior, que prometió que se hará la luz sobre el siniestro.

- Incendio “controlado” -

Tras unas quince horas de labores, los bomberos anunciaron la madrugada del martes que el incendio estaba “completamente controlado”.

Unos 400 bomberos con 18 mangueras, algunos de ellos subidos a brazos mecánicos a decenas de metros de altura trabajaron sin descanso para sofocar las llamas. El agua era bombeada desde el río Sena, ubicado a una decena de metros del templo.

Utilizar aviones de tipo Canadair sobre la catedral era impensable: “El lanzamiento del agua con un avión sobre este tipo de edificio podría provocar el hundimiento del conjunto de la estructura”, tuiteó la Seguridad Civil.

Según el secretario de Estado al Interior, Laurent Nuñez, la catedral se salvó “por un cuarto de hora, o una media hora”.


- ¿Qué daños provocó? -

Hacia las 17:50, la aguja de la catedral, uno de los símbolos de París, cuyo extremo estaba a 93 metros del suelo, se vino abajo. En pocas horas, una buena parte del techo del edificio se vio reducido a cenizas.

“Todo el tejado está siniestrado, toda la armadura quedó destruida, una parte de la bóveda se derrumbó, la aguja ya no existe”, resumió el martes el portavoz de los bomberos de París, Gabriel Plus.

“Globalmente, la estructura se mantiene” pero se identificaron “vulnerabilidades” en particular en la bóveda del edificio.

Varios tesoros pudieron ser salvados de las llamas pero otros, que no podían ser desplazados, estaban siendo vigilados por los bomberos.

La corona de espinas y la túnica de San Luis, dos reliquias importantes, pudieron ser salvadas, indicó monseñor Patrick Chauvet, el rector de la catedral.

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- “Años de obras” -

Restaurar el edificio requerirá “años de obras”, estimó el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, Eric de Moulins-Beaufort.

“La reconstruiremos”, prometió el lunes poco antes de la medianoche el presidente, Emmanuel Macron.

Una lluvia de donaciones de empresas y millonarios franceses comenzaron a llegar el mismo lunes. El martes por la tarde, ya superaban los 600 millones de euros.

Fuente: AFP