La empresa cosmética Avon se declaró en quiebra en Estados Unidos para gestionar su deuda y las responsabilidades legales derivadas de demandas relacionadas con productos a base de talco, que supuestamente estaban contaminados con sustancias cancerígenas. Avon inició el procedimiento de protección bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras, lo que le permite continuar operando bajo supervisión judicial mientras elabora un plan para pagar sus deudas.
Las operaciones de Avon fuera de Estados Unidos no están incluidas en este proceso y continúan normalmente. Natura & Co, la compañía brasileña que adquirió Avon en 2020, anunció que financiará a Avon con 43 millones de dólares durante este proceso, asegurando suficiente liquidez para cumplir con sus obligaciones.
Recientemente, Avon ha enfrentado juicios significativos, incluyendo un fallo en diciembre de 2022 que le ordenó pagar más de 50 millones de dólares a una mujer diagnosticada con cáncer tras usar sus productos. Otro jurado le otorgó 24,4 millones de dólares a un exconserje diagnosticado con mesotelioma. A pesar de estas acusaciones, Avon ha negado que sus productos de talco causen cáncer.