Una balacera ocurrida en la madrugada del domingo en Quilicura, Santiago, ha causado consternación en el país. Una banda armada acribilló a un grupo de adolescentes de entre 13 y 17 años que celebraban una fiesta de cumpleaños, dejando un saldo de cuatro muertos y seis heridos, tres de ellos en estado grave.
Los jóvenes, todos de nacionalidad chilena, recibieron más de 40 disparos cuando un vehículo con dos a cuatro sujetos armados les atacó mientras hacían una fogata en la población Raúl Silva Henríquez. Tres de las víctimas mortales, de 13, 16 y 17 años, llegaron sin vida al centro de salud más cercano, y un cuarto adolescente de 16 años falleció horas después en el Hospital San José.
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Una mujer identificada como Jazmín, tía de una de las víctimas, relató a las autoridades espeluznantes detalles del hecho, asegurando que uno de los atacantes se bajó del vehículo para darle un tiro de gracia su sobrino. “Lo voy a rematar para que no hable”, habría dicho el agresor, cuyas intenciones fueron frustradas por otro familiar del muchacho, el que igualmente falleció en el lugar producto de sus heridas.
Las autoridades señalan que todo apunta a una guerra de bandas rivales, aunque por ahora se desconoce el paradero de los atacantes, cuyo vehículo apareció quemado posteriormente.
La alcaldesa de Quilicura, Paulina Bobadilla, lamentó el hecho y pidió a las autoridades intervenir en puntos conflictivos identificados, evitando estigmatizar a la comuna. El delegado presidencial, Gonzalo Durán, también condenó el ataque y llamó a terminar con la impunidad, asegurando que los responsables deben pagar por sus crímenes.