Credito Emiliano, un banco regional ubicado en la región de Emilia Romagna, en Italia, ha utilizado el queso parmesano como garantía de crédito desde 1953. Este banco ofrece préstamos a los productores de queso por hasta 24 meses, que es el tiempo que tarda el parmesano en añejarse, dándoles hasta el 80% del valor del producto según los precios actuales del mercado. Cada pieza de queso de aproximadamente 36 kilos tiene un valor de alrededor de 300 euros.
El queso parmesano ha sido utilizado para operaciones financieras desde la Edad Media debido a su alto valor y al largo proceso de maduración que requiere, lo que hace necesaria la financiación hasta que el producto pueda venderse. Credito Emiliano ha instalado una planta de almacenaje de última tecnología para asegurar que el queso se conserve en las mejores condiciones durante este proceso.
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Cuando un productor incumple el pago de un préstamo, Credito Emiliano vende el queso cedido en garantía para recuperar su inversión. Este método de crédito, aunque representa solo el 1% del ingreso anual del banco, es crucial para la economía local, ya que la agricultura en Emilia Romagna es uno de los sectores clave. El banco ayuda a mantener a los productores en negocio y, por ende, impulsa la economía de la región.