La Corte Suprema de Estados Unidos confirmó la sentencia de muerte de Dzhokhar Tsarnaev, uno de los responsables del atentado con bomba en la maratón de Boston en 2013, que resultó en la muerte de tres espectadores y un agente de policía. El fallo fue de 6-3, revocando una decisión de un tribunal inferior que había anulado la pena de muerte y ordenado un nuevo juicio en fase de sentencia.
El juez Clarence Thomas, en la opinión mayoritaria, destacó que Tsarnaev recibió un juicio justo, mientras que el juez Stephen Breyer, junto a sus colegas liberales, argumentó que el jurado debería haber escuchado evidencia sobre la influencia de su hermano Tamerlan en los atentados. Esta evidencia, según Breyer, podría haber llevado a algunos miembros del jurado a considerar que Tsarnaev no merecía la pena de muerte.
El gobierno de Trump había solicitado la intervención de la Corte Suprema para restablecer la sentencia, y la administración Biden también apoyó la pena de muerte, llamando a Tsarnaev un “terrorista”. Sin embargo, persiste una moratoria sobre las ejecuciones federales mientras se revisa la política sobre la pena capital.
La defensa de Tsarnaev argumentó que el tribunal inferior cometió errores que comprometieron su derecho a una sanción justa.