Ecuador ha comenzado un nuevo periodo de apagones programados debido a una grave crisis energética provocada por la sequía que afecta a sus principales centrales hidroeléctricas. Desde la noche del miércoles, el suministro eléctrico se interrumpe de 22:00 a 6:00 horas, con cortes que varían entre dos y cinco horas, y se espera que estos apagones continúen al menos cuatro noches más, de lunes a jueves de la próxima semana.
El Gobierno ha calificado esta situación como “el peor estiaje de los últimos 61 años”, ya que la falta de lluvias ha llevado los niveles de agua en los embalses a mínimos críticos. Este es el tercer periodo de apagones en menos de un año, tras los ocurridos a finales de 2023 y en abril de este año.
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Para mitigar el impacto, se ha decretado un toque de queda en seis provincias y un municipio, coincidiendo con el horario de los apagones. La Cámara de Industrias y Producción estima que cada noche de cortes representa pérdidas económicas de aproximadamente 20 millones de dólares.
En respuesta a la crisis, el Gobierno ha implementado medidas como la contratación de plantas eléctricas flotantes y la posibilidad de importar energía. Actualmente, una planta turca ya está operando, generando 100 megavatios, y se espera alquilar otra con capacidad para 250 megavatios en las próximas semanas.
Las Fuerzas Armadas han tomado control de las centrales hidroeléctricas para prevenir posibles sabotajes durante esta crisis.