El 11 de diciembre de 2024 se llevará a cabo una audiencia decisiva para Erik y Lyle Menéndez, quienes han estado en prisión durante más de 30 años por el asesinato de sus padres en 1989. Un juez de la Corte Superior de Los Ángeles evaluará una moción presentada por el fiscal del distrito, George Gascón, que busca reducir sus condenas a penas de entre 50 años y cadena perpetua, lo que les permitiría ser considerados para libertad condicional inmediata.
Los hermanos fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 1996. Sin embargo, Gascón argumenta que han demostrado buen comportamiento y rehabilitación durante su tiempo en prisión, y ya no representan una amenaza para la seguridad pública. Además, la oficina del fiscal ha apoyado las solicitudes de clemencia presentadas ante el gobernador de California, Gavin Newsom, aunque estos casos son confidenciales.
La audiencia del 11 de diciembre marcará un posible cambio en el caso Menéndez, uno de los crímenes más notorios de Estados Unidos. Si se aprueba la moción, los hermanos podrían ser elegibles para solicitar su libertad tras más de tres décadas en prisión. Sin embargo, el gobernador tiene la autoridad para bloquear cualquier decisión del comité de libertad condicional si considera que representan un riesgo.
Erik y Lyle Menéndez han estado trabajando en su educación y rehabilitación; Lyle está en un programa de maestría y Erik está completando su título universitario. Su buen comportamiento será un factor crucial en la decisión del juez.