Un laboratorio de criopreservación en Suiza, Tomorrow Bio, ofrece a sus clientes la posibilidad de ser congelados tras su muerte con la esperanza de ser revividos en un futuro donde la tecnología pueda curar las enfermedades que causaron su deceso. Este proceso implica enfriar el cuerpo a -198°C para detener sus funciones biológicas.
La compañía ha desarrollado un método llamado “crioprotección en campo”, que inicia inmediatamente después de que una persona es declarada muerta, utilizando ambulancias equipadas para comenzar el enfriamiento en el lugar del fallecimiento.
El costo del procedimiento completo de criopreservación puede alcanzar hasta 220 mil dólares, mientras que la preservación del cerebro cuesta alrededor de 80 mil dólares. A pesar de estos altos costos, Tomorrow Bio ya ha preservado a seis personas y cinco mascotas, con 650 clientes en espera. Muchos de estos clientes, con un promedio de 36 años, están motivados por la posibilidad de extender sus vidas y explorar futuros avances tecnológicos, como los viajes espaciales.
Sin embargo, la criopreservación enfrenta escepticismo en la comunidad médica respecto a la viabilidad de revivir a los pacientes sin causar daños irreversibles a los tejidos. A pesar de las controversias, el avance tecnológico y la creciente aceptación de la criopreservación podrían abrir nuevas posibilidades en el futuro.
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