El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo el sábado que las elecciones de noviembre en Nicaragua han “perdido toda credibilidad” debido a las maniobras “autocráticas” del presidente Daniel Ortega para apartar de los comicios a los principales opositores.
El tribunal electoral de Nicaragua inhabilitó el viernes al partido derechista Ciudadanos por la Libertad, que lidera una alianza opositora contra la reelección de Ortega, en medio de una escalada de represión política en el país centroamericano. El Consejo Supremo Electoral canceló además la cédula de identificación ciudadana a nombre de Carmella María Rogers Amburn, conocida localmente como Kitty Monterrey, representante legal de CxL, y con nacionalidad estadounidense-nicaragüense.
“Estados Unidos considera que las últimas acciones antidemocráticas y autoritarias del régimen -impulsadas por el miedo de Ortega a una derrota electoral- son el golpe definitivo contra las perspectivas de Nicaragua de celebrar unas elecciones libres y justas a finales de este año”, dijo Blinken en un comunicado.
“Ese proceso electoral, incluido sus eventuales resultados, ha perdido toda credibilidad”, subrayó.
El tribunal electoral nicaragüense bloqueó la participación del bloque opositor en los comicios del 7 de noviembre al ordenar “cancelar la personalidad jurídica del partido político Ciudadanos por la Libertad”, según un fallo judicial.
El jefe de la diplomacia estadounidense anticipó que seguirán trabajando con otras democracias para “responder diplomática y económicamente a estos acontecimientos nefastos”, que, consideró, “privan aún más al pueblo nicaragüense de su deseo de un Gobierno representativo y de prosperidad económica”.
Según el secretario de Estado, el “régimen Murillo-Ortega” ha “socavado sus compromisos internacionales”, entre ellos la Carta Democrática Interamericana y los derechos de su pueblo a elegir “libremente a sus propios líderes”.
Los críticos acusan al gobierno de intentar impedir que cualquier oposición significativa se presente a las elecciones.
Ortega, en el poder desde 2007, se presenta a un cuarto mandato consecutivo con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, de nuevo como compañera de fórmula.
Al menos 31 figuras de la oposición, entre ellas siete posibles candidatos presidenciales, han sido detenidas por las autoridades en los últimos dos meses.
Se les acusa de traición y de amenazar la soberanía del país, en virtud de una ley aprobada en diciembre que ha sido denunciada como un medio para eliminar a los contrincantes de Ortega.
“La decisión del presidente Daniel Ortega y de la vicepresidenta Rosario Murillo, el 6 de agosto, de prohibir al último partido de la oposición genuina participar en las elecciones de noviembre pone de manifiesto su voluntad de mantenerse en el poder a toda costa”, dijo Blinken.
También el viernes Estados Unidos anunció restricciones de visado que afectan a 50 familiares tanto de legisladores sandinistas como de fiscales y jueces de Nicaragua, que supuestamente han contribuido a impedir la celebración de unas elecciones libres en noviembre.
Ya el pasado 12 de julio, el Departamento de Estado había prohibido la entrada al país de 100 miembros de la Asamblea Nacional (parlamento) de Nicaragua, así como a fiscales y jueces nicaragüenses, por “facilitar los asaltos del régimen a la democracia y los derechos humanos”.