Estados Unidos ha confirmado el envío de minas antipersona a Ucrania, una decisión anunciada por el secretario de Defensa, Lloyd Austin, durante su visita a Laos. Este movimiento responde a un cambio en las tácticas militares rusas, que ahora priorizan los avances a pie en lugar de usar vehículos blindados, lo que ha llevado a Ucrania a solicitar este tipo de armamento para frenar el avance ruso en el este del país, especialmente en la región de Donetsk.
[ Mon: Propuestas para la CSS deben ser sostenibles y pensar en el futuroOpens in new window ]
Austin defendió la decisión al señalar que las minas que se enviarán son “no persistentes”, lo que significa que cuentan con sistemas de autodestrucción o desactivación para minimizar el riesgo para civiles. Además, Ucrania deberá registrar las ubicaciones donde se coloquen estas minas para facilitar su futura eliminación. A pesar de estas medidas, la decisión ha suscitado críticas de organizaciones no gubernamentales debido al potencial daño a la población civil; en 2023, se registraron más de 5 mil 700 víctimas por minas antipersona, de las cuales un 84% eran civiles.
Este anuncio se produce en un contexto político tenso, con la inminente llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero y un aumento reciente en los avances rusos en el conflicto. Las autoridades estadounidenses han enfatizado la necesidad de proporcionar a Ucrania herramientas efectivas para mejorar su defensa ante los ataques rusos.