El ex presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha sido condenado a 45 años de prisión por un tribunal de Nueva York por cargos de narcotráfico.
Hernández fue declarado culpable de tres cargos de tráfico de drogas y armas hacia Estados Unidos durante su mandato como presidente de Honduras entre 2014 y 2022.
Los fiscales acusaron a Hernández de haber convertido a Honduras en una de las principales rutas de ingreso de cocaína a Estados Unidos, facilitando el transporte de cientos de miles de kilogramos de droga a cambio de sobornos millonarios que le sirvieron para consolidar su poder político.
Además de la condena de prisión, el tribunal ordenó la confiscación de los bienes de Hernández y le impuso una multa de $8 millones.
El juez calificó a Hernández como “un hombre de dos caras”, señalando que mientras proclamaba su compromiso contra el narcotráfico, en realidad facilitaba el ingreso de drogas a Estados Unidos.
Hernández negó los cargos y afirmó que las declaraciones en su contra fueron una represalia por la persecución a narcotraficantes que llevó a cabo durante su gobierno. Sin embargo, varios narcotraficantes testificaron que Hernández aceptó sobornos de carteles de la droga, incluyendo del cártel de Sinaloa liderado por “El Chapo” Guzmán, para llegar a la presidencia.
El abogado de Hernández confirmó que apelará la sentencia, argumentando que no es una “victoria” y que buscarán un nuevo juicio en el que consideran que su cliente será declarado inocente.
No obstante, el juez advirtió que la condena enviaría un mensaje a otros gobernantes corruptos de que no se librarán de las acusaciones.