Los ministros de Exteriores del G7 han recordado este jueves que prohibir a las mujeres asistir a las universidades en Afganistán “puede constituir un crimen contra la humanidad” según el Estatuto de Roma, del cual forma parte Kabul.
“Las medidas recientes de los talibán, junto con medidas acumulativas anteriores que restringen el ejercicio de los Derechos Humanos, así como las libertades fundamentales de las mujeres y las niñas en Afganistán, son extremadamente preocupantes y parecen ser una política sistemática”, ha señalado en un comunicado la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, en calidad de presidenta del grupo.
En este sentido, ha expresado que las políticas de los talibán, “diseñadas para borrar a las mujeres de la vida pública”, tendrán “consecuencias” para Afganistán, ya que cambiará la forma en la que los respectivos países interactúan con las autoridades afganas. “Instamos a los talibán a abandonar la prohibición de la educación universitaria para las mujeres y a revocar sin demora la decisión existente de prohibir el acceso de las niñas a la escuela secundaria”, ha indicado, agregando que “respaldan a todos los afganos en su demanda de ejercer sus Derechos Humanos”.
El Ministerio de Educación Superior, dirigido por el mulá Neda Mohamed Nadim, emitió el martes por la tarde un breve comunicado en el que instaba a suspender la admisión de mujeres en las instituciones educativas superiores sin dar explicaciones al respecto. Este veto ya se había producido anteriormente en la educación secundaria del país.
El ministro de Educación Superior de los talibán, el mulá Neda Mohamed Nadim, ha pedido a la comunidad internacional que no interfiera en los “asuntos internos” de Afganistán a raíz del veto a las mujeres en las universidades del país. “Les hacemos un llamamiento para que no interfieran en nuestros asuntos internos.
Por un lado, piden garantizar los derechos de nuestras hermanas, mientras que por otro imponen restricciones a los musulmanes en el país”, ha alegado Nadim en declaraciones a la cadena RTA recogidas por el canal de televisión Tolo.
Nadim ha justificado la decisión de las autoridades instauradas por los talibán en base a que las mujeres llegan de las provincias hacia las universidades sin compañeros masculinos, así como que hay “falta de observancia” en la vestimenta femenina, en relación a la obligatoriedad de llevar el velo.
Tanto el G7, como la Unión Europea, así como Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales han condenado la decisión de cerrar las universidades a las mujeres y han pedido a las autoridades ‘de facto’ que den marcha atrás en su empeño de “borrar” a la mitad de la población afgana.
Cuando los talibán se hicieron en agosto de nuevo con el poder, prometieron respetar los derechos ganados por las mujeres durante los últimos 20 años, pero en la práctica estos se han visto cercenados, con limitaciones a la hora de trabajar y estudiar. El régimen talibán ha excluido a las mujeres de los puestos de poder político.