El gobierno nicaragüense de Daniel Ortega rompió relaciones diplomáticas con El Vaticano después de que en una entrevista el papa Francisco calificó al régimen de “dictadura hitleriana”.
Fuentes diplomáticas en Roma confirmaron al medio Confidencial que la representante del gobierno nicaragüense ante la Santa Sede, Yara Suhyén Pérez Calero, comunicó “verbalmente” la ruptura de relaciones en la Secretaría de Estado del Vaticano, en Roma, aludiendo a las declaraciones del Santo Padre, en las que por primera vez se refirió de forma contundente a los ataques del régimen contra la Iglesia católica.
El papa elogió además al encarcelado obispo Rolando José Álvarez: “Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”.
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El papa Francisco además calificó de “grosera” la dictadura de Ortega y Murillo, como una reacción a la decisión de dejar sin patria a cientos de opositores, que fueron enviados a Estados Unidos y que ahora buscan cómo se instalan en países que les han ofrecido la nacionalidad como muestra de solidaridad.
En Panamá, los gremios empresariales como la Cámara de Comercio y la Capac se han pronunciado sobre la inestabilidad que vive el hermano país de Nicaragua y la urgencia de que se restablezcan las libertades de expresión y económica, entre otras en el hermano país centroamericano.