La Convención Nacional Demócrata ha comenzado en Chicago con un ambiente de optimismo, notablemente diferente al de hace un mes, cuando el partido veía cómo la candidatura de Joe Biden parecía abocada al fracaso electoral. Tras semanas de presiones internas, el actual presidente cedió el testigo a su vicepresidenta, Kamala Harris, algo que ha agradecido su partido y se ha podido comprobar en la primera jornada de la convención, dedicada a celebrar su legado político. En la jornada inaugural, Biden cedió el testigo a su vicepresidenta, Kamala Harris, quien se prepara para aceptar formalmente la nominación presidencial del partido. Durante su emotivo discurso, Biden destacó sus logros y advirtió sobre la amenaza que representa Donald Trump, recordando el asalto al Capitolio y la violencia política que se intensificó durante la presidencia del republicano.
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Harris hizo una aparición sorpresa en el escenario, donde animó a los asistentes con su lema: “¡Cuando luchamos, ganamos!”. También se destacó la intervención de Hillary Clinton, quien instó a Harris a romper el “techo de cristal” y a movilizar a los votantes demócratas. “Cuando una barrera se cae para una de nosotras, se cae para todas”, manifestó Clinton, quien en 2016 hizo historia al convertirse en la primera mujer en obtener la candidatura a la Casa Blanca de uno de los dos principales partidos políticos de Estados Unidos.
La convención no estuvo exenta de protestas, ya que miles de manifestantes se congregaron fuera del evento para exigir el fin del apoyo de EE.UU. a Israel en el contexto del conflicto en Gaza. Biden, reconociendo las críticas a su postura sobre Israel, afirmó que los manifestantes “tienen un punto” y que muchas personas inocentes han muerto en ambos lados del conflicto.