La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó el 9 de octubre de 2024 las graves violaciones a los derechos humanos de las personas detenidas en Nicaragua por motivos políticos. La CIDH instó al Estado nicaragüense a liberar de inmediato a todos los prisioneros políticos, resaltando que ha recibido testimonios de algunas de las 135 personas liberadas el 5 de septiembre y desterradas a Guatemala, quienes denunciaron condiciones deplorables en las cárceles, incluyendo insalubridad, falta de acceso a agua potable y alimentos inadecuados, así como atención médica negligente.
Los testimonios revelan que los detenidos sufrieron tratos crueles e inhumanos por parte de funcionarios estatales, como golpizas y aislamiento prolongado. La CIDH también mencionó la situación crítica de mujeres en el centro penitenciario La Esperanza, donde enfrentan falta de productos básicos de higiene y condiciones de hacinamiento. Tras su liberación, estas personas expresaron incertidumbre y vulnerabilidad debido a las secuelas físicas y emocionales sufridas durante su encarcelamiento.
La CIDH hizo un llamado a la comunidad internacional para proporcionar apoyo humanitario y legal a los excarcelados y urgió a los Estados receptores a ofrecerles protección internacional. Además, reiteró su demanda al gobierno nicaragüense para que cese la persecución contra defensores de derechos humanos y libere a todos los detenidos arbitrariamente. Actualmente, al menos 36 personas siguen en prisión bajo condiciones deplorables, incluyendo ocho líderes indígenas.